sábado, 18 de julio de 2009

Debatiendo sobre The Wire


Aprovechando que la la serie "The Wire" acabó hace ya más de un año y que, por lo tanto, muchos ya hemos visto sus cinco temporadas completas. Abro aquí un hilo para la conversación en los comentarios del post.


Atención: espoilers por un tubo, así que no sigas leyendo si no la has visto.

Temas interesantes, a modo de calentamiento:

OMAR: ¿Héroe o villano? Probablemente Omar Little es el personaje más inverosímil de toda la serie. Increíble es su absoluta impunidad en ese contexto callejero, al igual que su forzada homosexualidad. En muchas ocasiones se le dibuja como un personaje noble, sin embargo no deja de ser un asesino más. Unas gotas de Robin Hood, otras de Lucky Luke, Han Solo y la magia del ninja... Un curioso cóctel que da como resultado que Omar sea, sin lugar a dudas, el personaje de la serie que más ha trascendido en la cultura popular (Barack Obama lo ensalzó). Su ridícula muerte, al final de la serie, se ha comentado mucho (aunque, en mi opinión, era la mejor que podía tener).

FILIAS Y FOBIAS: Casi todos los personajes –salvo los malos malísimos Barksdale o Marlo– tienen sus partes oscuras y sus partes luminosas. Algunos consideran a McNulty –alcohólico, egoísta y autodestructivo– el auténtico motor imprescindible de la serie. Otros se sienten a salvo con el pacífico Freamon. Personalmente a mí me fascina Stringer Bell: tan cabrón y frío como muchos otros, pero inteligente y culto, además de tío bueno, traicionado al final por su mejor amigo. Hasta sé de uno que siente compasión por Clay Davis, el político corrupto por excelencia.

JERARQUÍAS: En estos tiempos de presunta horizontalidad y reparto de tareas, "The Wire" aborda, capítulo tras capítulo, la lucha por el poder. Y no me refiero al "poder" de "aquí mando yo" –que también– sino al "micropoder", es decir, entre compañeros de trabajo, entre familias, entre parejas. Y cómo la traición, la desobediencia, la ruptura de la "cadena de mando" y las diminutas dosis de pullas, son el pan nuestro de cada día.

EDUCACIÓN: Solo la cuarta temporada de la serie, dedicada a la "educación", merecería una tesis universitaria. Sobre las dificultades de la "informalidad", sobre las trampas autoimpuestas de los sistemas educativos en pro de una mejor financiación, sobre aquello tan viejo de "todos somos iguales, todos nos merecemos las mismas oportunidades" en contraposición a "todos somos diferentes, por lo tanto necesitamos un menú personalizado". Tantas cosas... Esta cuarta temporada es mi favorita.

MUJERES: De nuevo, los roles femeninos en la serie están más cerca del tabú que otra cosa. Solo las lesbianas están dispuestas a participar en este juego de hombres. A parte de la constante idealización y éxito mujeriego de los personajes más machos, duros y poderosos. Pero lo dejaré aquí.

NARRATIVA: Y al margen de personajes y contenidos, también es revolucionaria la narrativa de la serie. Explotando mejor que ninguna otra la serialidad y la larga duración. Episodios, de una hora, en los que no pasa nada y luego pasa todo. Sin embargo, desde el punto de vista de la realización audiovisual, el estilo es más bien clásico y conservador. ¿O quizás no?

30 comentarios:

  1. Gracias JC por este post.

    Desde que acabó la serie tengo como una sensación de haberme quedado huérfano.
    Me he lanzado como un loco a ver qué ofrecía el panorama on line y no he encontrado nada que me tenga pegado a la pantalla como The Wire.
    El otro día ví un rato de Big Love y ni acabé el capítulo. Y lo siguiente de David Simon en oriente medio, tampoco consiguió capturar mi atención (me dormí las 2 veces que lo intenté y al 3 capítulo abandoné).

    Con The Wire hice un experimento al acabar la segunda season: miré el primer capítulo de la 5a y todo me pareció artificial y bastante "sobrado".
    Pero luego volví atrás, y capítulo tras capítulo llegué a la última season, donde todo fluía con naturaleza, cerrando y abriendo líneas narrativas hasta el último plano.
    Realmente la narrativa de The Wire tiene algo de mágico que se va construyendo con lentitud, pieza a pieza hasta dar una visión general del posible puzzle. Y esa capacidad de dar la visión general del puzzle es la que más me ha emocionado.

    ah... lo que más molaba de Omar, es que era una persona de palabra. Un verdadero hijo de puta, asesino, pero con honor.
    Es el mismo principio que fascina al mundo entero sobre la mafia. Nada nuevo, pero qué gran personaje, capaz de cambiar de un bando a otro sin jamás perder la coherencia.

    ResponderEliminar
  2. Hola Alberto, gracias por comentar.

    El problema de las "grandes obras" es que luego nos dejan huérfanos. La ciencia ficción ya no fue lo mismo después de "2001", o los conciertos-espectáculo después de "ZOOTV", o los cómics después de Chirs Ware. Pero algo llegará, seguro, que nos vuelva a poner calientes. Por ejemplo tanto "Big Love" como "Generation Kill" a mí me parecen estupendas (quizá deberías darles una segunda oportunidad). No quiero decir que sean tan buenas como "The Wire", pero sí que merecen estar en la primera línea.

    Y en cuanto al "honor" de Omar, jeje. Efectivamente es así. Por eso comentaba lo del ninja (o también samurai), un perfil bastante idealizado en Occidente. Por cierto, tú que eres italiano, ¿qué opina la mafia de las pelis de mafiosos?

    ResponderEliminar
  3. Hola chicos, esta invitación a postear es estupenda. Sin embargo creo que haría falta un foro independiente dedicado sólo a The Wire, para entre todos poder escribir esa tesis doctoral que se merece la serie. Es muy tentador escribir aquí y, por lo mucho que podría decirse, creo que inviable... Esto es Internet, no un tratado teórico... Pero hay algo que me sorprende y me gustaría comentar: con tu intro, ¿no invitas a que valoremos la serie desde parámetros dramáticos más o menos clásicos? Ej.: Omar, ¿héroe o villano? R: Claramente, ambas cosas... Como todos los personajes!

    Si algo hace realmente especial a esta serie es que es una bomba de relojería contra todo paradigma / categoría / constructo previamente establecido - ya sea dramático, filosófico, social o moral. No hay buenos ni malos, ni siquiera protagonista: McNulty no lo es, el prota es la ciudad de Baltimore, la red de relaciones y esa fina línea entre el 'bien' y el 'mal' delimitada por la escucha - 'the wire' literalmente. McNulty es sólo un personaje comodín, un desencadenante o engranaje que sirve para que pasen cosas... En fin... Vamos hablando!

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Y lo de las mujeres... Porfa, no lo dejes AQUÍ. :-)

    ResponderEliminar
  5. Hola Laia. ¿Foro independiente para The Wire? Pues te confesaré que con Felipe G. Gil y Xavi Serra estamos tramando algo bien chulo al respecto... Y este post es una especie de germen... ;-)

    ¿Mi intro propone que si buenos o malos? ¡Pues claro, pero es solo una trampa! Aunque un tema interesante es que –y esto es algo que vengo reivindicando en este blog– la complejidad posmoderna no tiene por qué implicar que todo vale o nada es juzgable... En The Wire hay personajes más hijos de puta que otros, y eso es algo que vale la pena preguntarse. No creo que la serie sea tan moralmente equidistante con sus protagonistas...

    ¿Mujeres? Jeje, esperaba que tú, mujer brillante, ¡dispararas primero!

    ResponderEliminar
  6. Por cierto, en relación a lo de personajes "buenos o malos", un detalle importante es que el hecho de que podamos "entender" o "explicar" por qué alguien puede llegar a matar a una persona –o incluso empatizar–, no implica que podamos o tengamos que "justificarlo".

    Pongo un ejemplo: que el comportamiento violento de una persona concreta pueda tener claros orígenes biológicos –que podamos entender o explicar esa naturaleza– no implica que tengamos que "justificarla". Como aquellas amigas californianas que tiraban piedras a aquellos amigos de Massachusetts que decían que la violación forma parte la naturaleza humana porque, según ellas, por regla de tres, eso justificaría a los violadores... En fin... For if the flyes.

    "Explicar" y "justificar", una eterna confusión de origen religioso: "si la naturaleza la ha creado Dios, tiene que ser buena". Hoy la aplican al pensamiento ecológico extremo que tanto dominan los publicistas: "si es natural, es bueno".

    The Wire está empapado de estos debates.

    ResponderEliminar
  7. La primera vez que vi un capítulo de The Wire me quedó claro desde que empezó a sonar la cavernosa voz de Tom Waits cantando Down In The Hole que lo que estaba viendo era algo que no había visto jamás en televisión.

    Con The Wire me ha pasado lo que me pasa con todas las importantes experiencias estéticas (ya sean literatura, una pieza de artes plásticas o un trabajo audiovisual) que crece cada vez que pienso en ella. The Wire mejora cuanto más la pienso y la comparto, y además me hace mejor persona. Esto puede sonar exagerado, pero creo que no lo es. Me siento como el protagonista de una de esas Bildungsromane, perdiendo la inocencia, abriendo los ojos como platos.

    En cuanto a las filias y a las fobias, yo no estoy de acuerdo con que no haya buenos y malos. En the Wire hay personajes absolutamente insoportables; mezquinos como Rawls, psicópatas y desalmados como Marlo, codiciosos e inmorales como Levy, o simplemente tontos del culo e incompetentes como Herc, sin olvidarnos del cretino de Valchek.

    Supongo que a lo que Laia se refiere es que el mundo no está dividido entre polis y cacos.

    Estoy de acuerdo con Joan Carles con respecto a la inverosimilitud del personaje de Omar. No se explica que en semejante jungla sea tan temido un tío que va por su cuenta. La supervivencia en esos contextos depende de las alianzas y Omar no le importa a nadie un comino. A mí personalmente me encantó cómo resolvieron su muerte y su previa decadencia. Fue como si lo pusieran en el lugar en el que siempre debería haber estado, siguiendo la línea verosímil de la serie.

    Por otro lado están los personajes maravillosos que te roban el corazón. No son perfectos pero los adoras. Todos admiramos la inteligencia de Lester, es tío al que sacan de un sótano en la primera temporada, que hace miniaturas para casas de muñecas y que se liga a la stripper cañón 20 años más joven y se la lleva a casa reconvertida en enfermera. ¡Ese tipo sólo puede ser un puto genio! A mí particularmente me encanta Daniels. Es un tipo moral, con sus deslices, con un pasado oscuro que nunca vislumbramos, es un jefe justo, sabe proteger a los suyos, le tienta el poder pero sabe hasta dónde llegar y sabe entonar como nadie ese "In my office!".

    Luego están esos personajes que dan vuelcos inesperados, como Prez, al que acabas entendiendo de manera enternecedora.

    Como veo que me estoy enrollando mucho lo dejo de momento. El tema de las mujeres se lo dejo a Laia que sé que lo abordará con mejor tino y mucho mejor pluma.

    ResponderEliminar
  8. Entrevista a David Simon en el país semanal: http://www.elpais.com/articulo/portada/Periodistas/maleantes/Baltimore/elpepusoceps/20090726elpepspor_3/Tes

    ResponderEliminar
  9. Quiero hacer una mención respecto al tema de las mujeres, antes de que la pluma de Laia irrumpa en el debate. ¿Qué pasa con ellas? Seamos francos, el género no es un tema importante de la serie. De la misma forma que no lo es el sexo, el amor, las pistolas o la muerte, a pesar de que haya mucho de todo ello en The Wire. Podemos sacar muchas conclusiones de las relaciones de la poli lesbiana o de la fiscal, pero no me parece que la condición de mujer sea algo a lo que los guionistas dediquen excesiva atención. El mundo de The Wire es el mundo de la calle, la policía, los muelles, la política y el crimen. Es un mundo de hombres, donde las pocas mujeres que hay proyectan una imagen de dureza y maneras masculinas. Pero no es un tema importante de la serie... Es lo mismo que la cuestión de los buenos o malos. No se trata tanto de que no haya bondad o maldad en la serie, sino de que ese sea un tema que le interese mucho tratar a Simon, por lo menos en términos absolutos.

    ResponderEliminar
  10. Aprovecho para colgar una entrevista que Alan Sepinwall le hizo a David Simon: http://sepinwall.blogspot.com/2008/03/wire-david-simon-q.html

    Sepinwall es un crítico de tv muy interesante, cuyo blog recomiendo. Considera que The Wire es lo mejor que ha pasado nunca en televisión, y cada verano repasa uno por uno los episodios de una temporada haciendo una extensa y minuciosa crítica de cada uno. Ahora va por la segunda.

    Sepinwall es un crítico de un país que tiene una cultura periodística mucho más madura que la nuestra en lo tocante a televisión. Su seriedad, preparación y capacidad de análisis ponen en evidencia a gente como Casciari. Que el "crítico de televisión" de El País sea un tipo tan poco solvente y con tantos prejuicios es lamentable. Además, es un cursi y ni siquiera escribe bien. Reconozco que conecta muy bien con la gente y que tiene mucho éxito, pero vaya, también Los morancos.

    ResponderEliminar
  11. Hola Xavi,

    No veo que te hayas mojado mucho. Has apuntado que los temas que hemos abordado no son relevantes pero no has aportado una sola propuesta. Sí muchas referencias, gracias.

    Lo de que el tema de las mujeres no es relevante, bueno, tal vez no lo hayan tenido en mente al escribir, pero te puedo garantizar que como mujer no pasa desapercibido. Creo que el hecho obvio de que es un mundo eminentemente masculino dice mucho sobre lo que se está poniendo sobre la mesa, fundamentalmente sobre las parcelas de poder de hombres y mujeres. Y me interesa, ya lo creo que me interesa.

    Lo que le intersa a Simon, como cuenta en la entrevista de El País, no es obviamente hablar de buenos y malos sino comprender el trasfondo de las cosas. Pero no cabe duda que ese espíritu hace que The Wire escape a esa dualidad tan habitual de series policiacas a la que la televisión nos tenía acostumbrados. No me parece algo a pasar por alto. De todos modos lo que hemos planteado es, precisamente por esa complejidad de personajes, cómo despiertan filias y fobias. No estaremos de acuerdo sobre qué personaje se comporta mejor o peor, ahí el juego de complejidad moral.

    Pues nada, espero tus aportaciones, más allá de referencias y de cargarte las nuestras! ;)

    ResponderEliminar
  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  13. Hola, María

    Cualquier ficción en la que aparezcan personas se puede interpretar en clave de género. Más si es un tema que a ti como observador te interesa mucho. Pero tengo la impresión que de esa observación puede surgir un debate al que en realidad la serie no apunta ninguna idea ni ofrece una mirada que no esté en otras series de ficción. Por ejemplo, las series de policías tradicionales, las de buenos y malos: también ahí hay un mundo esencialmente masculino, también ahí se reproducen esa clase de arquetipos de género. Pero con todo lo que tiene de único y diferente The Wire, ¿vamos a hablar de algo en lo que no se diferencia del resto de series? No me parece superfluo hablar del género y de la mujer. Es más, me parece un poco reduccionista abordar el tema como "el de la mujer". ¿Es que no se habla de hombres en The Wire? ¿Acaso la masculinidad no está presente? Pero sí me parece que, aunque en la vida no lo sea, en la serie es un tema menor.

    En cuanto al otro tema. The Wire es un serie profundamente moral, que no moralista. Estoy de acuerdo con lo que dices, tal vez no me expresé bien antes. Tampoco he descartado la importancia del resto de cuestiones que plantea este debate. Es más, al cuestionar la del tema de las mujeres, creo que se da por entendido que el resto me parecen temas muy pertinentes.

    Y lo de Casciari... lo sé, es un off-topic y está fuera de tono, pero tenía que soltarlo.

    ¿Que no me mojo? Pues no sé, me da que te he salpicado. ;)

    ResponderEliminar
  14. Hola de nuevo Xavi,

    No creo que cualquier ficción en que aparezcan personas se pueda interpretar en clave de género. Estoy de acuerdo en que hay otros mil temas apasionantes sobre los que hablar al hilo de The Wire y que el de las mujeres es tangancial en comparación, pero las mujeres en The Wire están perfectamente tipificadas en sus respectivas esferas, y esto me parece bastante interesante y teniendo en cuenta el grado de realismo que le atribuyo a la historia me parece también revelador.

    No es una serie que trate sobre conflictos entre sexos como pueda ser Mad Men o Big Love, en las que es evidente, y no pretendo llevarlo a ese territorio. De todas formas si no te interesa no hables de ello, déjanos a Laia y a mí, jeje, tienes otros muchos temas sobre los que opinar.

    Sí te daría la razón si habláramos de Generation Kill, que es un puto circo de testosterona, donde las mujeres juegan un único papel, hacerse pajas mirando sus fotos.

    Podemos hablar de masculinidad a propósito de The Wire si quieres... pero me temo que salgan ampollas, jaja. Mc Nulty podría ser un buen comienzo.

    Lo que pasaste ayer de Alan Sepinwall tengo ganas de mirarlo con calma, la verdad es que el tío parece un crack y cuando me lo mire propondré otro tema, la simbología.

    Lo de Casciari me daba la impresión de que lo decías para compararnos con él, por eso no te he dicho nada porque no me siento ofendida ;P

    ResponderEliminar
  15. Que va, no os comparaba con Casciari, para nada. En fin, vamos al lío.

    A mí lo que me fascina de The Wire es el tiempo. Continuamente hablamos de las series señalando las posibilidades que ofrecen a los creadores de ficción audiovisual, liberados al fin de la dictadura de la hora y media. Por supuesto, la televisión tiene otras servidumbres que la maniatan, pero siempre me ha parecido frustrante que la series no aprovechasen ese cheque en blanco para explorar la dimensión temporal que ofrece la condición episódica.

    Eso no pasa en The Wire. En la serie de Simon los personajes APRENDEN. Se equivocan. Reflexionan. Vuelven a intentarlo. Y finalmente, aprenden. Y al espectador se le ofrece el grandioso espectáculo de contemplar el proceso. Hemos visto a Prez pasar de ser un desastre de poli a un habilidoso investigador de oficina, y posteriormente profesor de instituto. A McNulty cambiar a mejor (y a peor), y a Bodie desenvolverse en las calles. Vimos a los críos de la cuarta temporada comprender que esperaba la vida de ellos y jugar su papel en el Juego, y a Carver aprender poco a poco en qué consiste ser un buen poli. Y lo más fascinante de todos estos procesos no ha sido el antes y el después, sino el durante. Como cuando vimos a Colvin meditar durante 5 episodios el experimento de Hamsterdam, o Bubbles salir del hoyo.

    The Wire tiene muchas cualidades, pero muchas de ellas destacan más en la medida en que el resto de series adolecen de ellas. La mayoría pecan de maniqueismo en los personajes, banalidad en los temas y falta de complejidad en las historias. The Wire, simplemente no comete esos pecados, y eso ya de por sí, es un logro maravilloso. Pero además da rienda suelta a las posibilidades de la narración episódica, aprovechando esa cualidad que no pertenece (ni jamás lo hará) al cine. Es una prerrogativa que sólo pertenece a las series de ficción, y que apenas unas cuantas ejercen. Por supuesto no me refiero a los culebrones, en las que el tiempo en realidad está congelado en un eterno presente. Me refiero tal vez a Urgencias, In Treatment, tal vez Los Sopranos... No sé, esto último tendría que pensarlo. ¿Qué os parece a vosotros?

    ResponderEliminar
  16. Gracias, Xavi, por tus siempre fantásticas aportaciones.

    Perdón por volver atrás, pero insisto, al igual que María, que me parece muy interesante el enfoque incómodamente realista que da la serie a las vicisitudes de los personajes femeninos. Muy, muy lejos del pensamiento a base de cuotas e igualdades de nuestros tiempos. Simon es un observador privilegiado de su mundo –de nuestro mundo– y todas esas cuestiones no quedan fuera.

    Tienes toda la razón: el tiempo, las evoluciones, el aprendizaje (aunque en algunos casos ese aprendizaje sea que las cosas están bien jodidas y el margen de maniobra es mínimo, más allá de encontrar un pequeño lugar en el que ir tirando). De hecho, nuestro gran amigo Casciari, ya nos hablaba de ese tiempo y de "cómo los personajes iban madurando con nosotros" en un texto sobre los Soprano.

    Y puestos a hablar de Hernán Casciari, pues se me antoja un tema "off topic" bastante curioso. Sigo en el siguiente comentario...

    ResponderEliminar
  17. Xavi dice que Casciari –el "crítico de televisión" de El País– es un tipo que no escribe bien, además de prejuicioso, cursi y poco solvente.

    Ciertamente es un tema recurrente muy ligado al desprecio que sienten muchos por los divulgadores en general. Y creo que Casciari es más bien un divulgador que no un crítico. Un divulgador –ya sea científico o cultural, por ejemplo– tiene como fin popularizar el conocimiento, o al menos facilitar el acceso a ese conocimiento, que casi siempre se encuentra escondido, encerrado o invisibilizado. Despertar inquietudes, generar preguntas, animar al personal a aventurarse. En este sentido creo que gente como Casciari en lo televisivo o Punset en lo científico son excelentes divulgadores. Que no especialistas analistas ni doctores.

    Que yo sepa, Casciari fue una de primeras personas en este país que habló, y muy bien, de The Wire. Y no solo eso sino que compartió con todos nosotros los enlaces para descargarla de internet. Ese es el primer paso. A partir de ahí, empieza todo lo demás. Ello, insisto, es tan respetable, valiente y válido como un análisis posterior más sesudo, más completo, más profundo, para el disfrute y placer de los ya iniciados. En los textos del argentino no veo un vaso medio vacío, sino lleno de invitaciones para las fiestas más molonas.

    ¿Cursi y prejuicioso? Jajaja, ¡que tire la primera piedra el que esté aquí libre de pecado!

    Otra cosa es que los contenidos que divulguen ciertos divulgadores choquen frontalmente con las cosmovisiones que tenemos cada uno. Me pongo en la piel de un postestructuralista setentero y seguramente cualquier cosa que muy amablemente me diga Richard Dawkins me sentará como una patada en los huevos. Entramos aquí más en un problema ideológico, de intoleracia y orgullo, que no personal (con esto, Xavi, no quiero crear un paralelismo Serra vs. Casciari, ya que en el fondo ¡tenéis muchísimo en común!). ¿Cuántas veces he oído eso de que "Punset es un ignorante", viniendo de voces que simplemente están en desacuerdo?

    ResponderEliminar
  18. Hola!

    Me incorporo al debate. Advierto que de forma asincrónica y desordenada. Hasta el momento me ha gustado mucho lo que he leído. Quizás y metodológicamante habría que plantearse pasar a un sistema donde la información estuviera menos "jerarquizada" (puesto que aquí leemos de arriba a abajo o de abajo a arriba), pero para empezar me parece fantástico. Como introducción y sin Spoilers escribí en mi blog "Por qué The Wire".

    Algunos ya lo sabréis, pero hace varios días me rompí el dedo gordo del pie. Esto ha provocado que tenga que tener el pie en alto y en estos tiempos de bandejas de entradas, folksonomías compulsivas, invasiones de multitaskings y demás formas de autoexplotación permitidas y jaleadas por nosotros mismos, las ordas dospuntoceristas...se produzca un milagro pagano: estoy leyendo un libro.

    Ese libro (ya llevo varios meses con él y he pensado que cuando lo termine haré un resumen y se lo regalaré a otros como yo, proscritos de la lectura) es "Cultura de la convergencia" (Henry Jenkins, 2008). El caso es que ayer hacía justo un año que había escrito el guión de "Teoría del Espejo", un vídeo en honor a otra serie que nos ha impactado mucho (Lost) cuando de repente me topé con estas líneas:

    Umberto Eco se pregunta qué es lo que transforma una película como Casablanca (1942) en una obra de culto, aparte del hecho de que entusiasme. Primero, dice, la obra debe llegar a nosotros como un "mundo completamente equipado, de suerte que sus fans puedan nombrar personajes y episodios como si fueran aspectos del mundo sectario y privado". En segundo lugar, la obra ha de ser enciclopédica y contener un repertorio de informaciones que puedan ser enseñadas, practicadas y dominadas por los consumidores devotos.

    (...)

    "Para transformar una obra en un objeto de culto, hay que ser capaz de romperla, dislocarla, desquiciarla para poder recordar sólo partes de ella, al margen de su relación con el todo". Y la película de culto no precisa ser coherente: cuántas más direcciones diferentes empuje, cuantas más comunidades diferentes pueda sostener y cuantas más experiencias diferentes pueda proporcionar, mejor. Experimentamos la película de culto, sugiere Eco, no gobernada por "una idea central, sino muchas", como "una serie inconexa de imágenes, de puntos álgidos, de icebergs visuales".

    (...)

    La película de culto está hecha para ser citada, afirma Eco, porque además está hecha de citas, arquetipos, alusiones y referencias tomadas de una panoplia de obras anteriores. Semejante material crea "una suerte de emoción intensa acompañada por la vaga sensación de un dejá vu". Para Eco, Casablanca es la perfecta película de cuto porque es muy poco consciente de sus préstamos: "Nadie habría sido capaz de lograr intencionadamente semejante resultado cósmico". Y por este motivo, Ego desconfía de las películas de culto intencionadas. En la era posmoderna, sugiere Eco, ninguna película podrái experimentarse con ojos virginales: todas se interpretan en relación con otras películas.


    (sigue en otro comment)

    ResponderEliminar
  19. Es decir, creo que todos estamos de acuerdo en que The Wire es una serie de culto. Parto de esa base y me regodeo en la cantidad de coincidencias entre el pasaje de Jenkins y las intervenciones que aquí hacemos. Lo más gracioso es que Jenkins está hablando de Matrix en ese capítulo. No está hablando de series. Y lo mejor de todo es que The Wire ha conseguido algo mucho más complicado ahora que hace 10 años: cada vez vemos más cosas, más vídeos, más series...sorprender al espectador es muy complicado. Por eso creo que muchas de las cosas que debatimos y debatiremos no son intencionadas (otras sí, por supuesto). Pero quién ha decidido que es una serie de culto somos nosotros. Los que ampliamos y enriquecemos las lecturas sobre la obra. O sea que...(y con esto muevo en diagonal el primer peón) ¡no le pongamos límites al debate! Porque al fin y al cabo no estamos simplemente debatiendo sobre la serie, estamos debatiendo sobre nosotros en relación a la serie.

    Haré otras entradas para otros temas!
    Besos

    ResponderEliminar
  20. Me parece muy interesante lo que apunta Xavi del aprendizaje. Algo parecido quería decir en mi primer comentario, cuando de manera escueta mencionaba los "Bildungsromane". (http://es.wikipedia.org/wiki/Bildungsroman) "The Wire" es sin duda una Bildungsroman (novela de aprendizaje) pero coral. En "La montaña mágica" o en "En busca del tiempo perdido", sus protagonistas aprenden de su entorno y los demás, pero es un aprendizaje en primera persona. En "The Wire" este aprendizaje sería por parte de todos los personajes, que encuentran sus límites, se destruyen o se salvan o siguen igual que siempre.

    En cuanto al tiempo, creo que además de los aspectos que comenta Xavi, la posibilidad de la dilatación en el tiempo, que los capítulos no tengan estructuras cerradas (como ocurre con la mayoría de las series, de manera que puedan consumirse como cápsulas y de forma fragmentada sin repercutir seriamente en la narración global) a mí me maravilla el ritmo de la narración, el tedio de la vida, que acuña ese carácter naturalista del que tanto se ha hablado. Me encanta el final de la serie por eso mismo, por ese apunte sobre el carácter cíclico de los acontecimientos. Baltimore sigue viviendo, lo que hemos visto es sólo un fragmento con un antes y un después.

    Este sello narrativo se hace todavía más evidente en "Generation Kill" (os la recomiendo efusivamente - Alberto, dale otra oportunidad, no te arrepentirás). Estamos ante una película bélica de 7 horas en la que prácticamente no pasa nada, salvo tíos hablando.

    Es altamente probable que este enfoque tenga que ver con el hecho de que su creador viene del mundo escrito.

    En relación a lo que comenta Felipe, creo que este también es un aspecto relevante en que "The Wire" haya sorperndido y se haya convertido en algo que nunca habíamos visto en televisión. Además hay un factor social en la consideración de la serie, que nos pilla algo lejos a nosotros, pero que creo que es relevante en el contexto estadounidense. "The Wire" es la única serie que recuerdo haber visto que con un reparto 85% negro que no sea una comedia, y que hable crudamente de los problemas de la población negra en Estados Unidos.

    Por último, creo que hay un factor que engloba todos los demás y es que "The Wire" es literatura de la buena, de la que habla de conflictos humanos de hoy y de siempre con profundidad y compromiso.

    ResponderEliminar
  21. Después del agosto, la vuelta al cole.

    Lo de Casciari es como tratar de convencer a tu mejor amigo de que su novia no le conviene, tal vez no sea una buena idea. Pero al menos me ha servido para darme cuenta de que valoramos cosas muy diferentes en él. Joan Carles, tú reivindicas su condición de divulgador. Yo no se la he discutido nunca. En sus inicios Casciari era un divulgador fantástico de los diferentes procesos de descarga, subtitulado, reproducción, etc. Sus tutoriales valían su peso en oro. Pero en ningún momento se ha contentado en ser divulgador. A esa faceta ha añadido desde el principio una mirada crítica y evaluadora, algo que se ha acentuado cada vez más. Y aquí es donde a mí me parece que patina, revelando agujeros enormes en su educación audiovisual. No se trata de que choque con mi cosmovisión, como tu sugieres. De hecho, compartimos muchísimos gustos. Pero no creo que sea un buen crítico.

    Felipe aboga por no poner límites al debate, y me ha convencido. Las ventajas de abordar el tema del género son muy superiores a los inconvenientes de que éste no sea muy productivo. Es un error poner puertas al campo. Adelante, Laia y María. Sacad el hacha.

    Por cierto, María comenta el aspecto social de The Wire, su negritud. Leí que los propios ejecutivos de HBO estaban sorprendidos de la dispersión del perfil su audiencia. The wire fue la primera serie que concitó la aprobación y el respeto tanto de la burguesía blanca intelectual como del guetto. HBO no consiguió ampliar su cuota de suscriptores en las calles de Baltimore, pero DVDs piratas de The Wire empezaron a circular de manera clandestina en los ambientes criminales de toda norteamérica.

    Ah, aprovecho para recomendar Gone Baby Gone. Es una película, ya sabéis, ese obsoleto formato de narración audiovisual monocanal. El caso es que adapta una novela de Denis Lehane, uno de los guionistas de The Wire (también autor del libro que adaptó Eastwood en Mystic River), y contiene algunas conexiones con la serie, entre ellas la presencia de los actores que interpretan a Omar y a Beadie en The Wire.

    ResponderEliminar
  22. ¡Hola! Veo que me he perdido muchas aportaciones desde la última vez que participé en el foro.

    Se hace difícil enfocar adecuadamente el asunto que ha creado mayor polémica: el tema de las mujeres en The Wire. Digo muy a propósito 'el tema de las mujeres' y no 'el tema del género' porque creo que ninguno de nosotros tiene la menor intención de hacer una interpretación en clave de género de The Wire (ni de ninguna otra peli o serie con la que nos crucemos, dicho sea de paso). Ni se pretende sacar el hacha ni se intenta afirmar que The Wire 'va' de las mujeres. The Wire va de la vida (pura y dura) en Baltimore, Maryland, y en la vida, además de polis, traficantes, burocracia, políticos, escuelas públicas y medios de comunicación, hay hombres y mujeres que asumen distintos roles según las reglas, tradiciones, valores y sistemas de creencias que rijan su entorno. Todo eso, incluidos los hombres y las mujeres, está en The Wire, no como tema principal sino como una más de las muchas joyas que Simon deja caer por ahí para que el que quiera la interprete.

    Si, como apunta Xavi, Simon no tuviera ninguna intención al respecto, entonces se habría contentado con poner en la brigada de Daniels a una Kima lesbiana sin conflicto alguno. Pero Simon construye una Kima que no sólo recuerda perfectamente el momento en que la jungla la puso a prueba como mujer y la terminó de convertir en un hombre, sino que además lo comparte en voz alta con sus compañeros de trabajo. Tampoco hubiera perdido el tiempo escribiendo el diálogo entre Kima y Beadie la víspera de la gran redada, en que Beadie se lamenta de haber tenido que dejar a los niños por enésima vez con la niñera y Kima le pregunta si no está harta de que sus obligaciones familiares la fuercen a renunciar a lo mejor de su trabajo (la caza, literalmente). Ni tampoco se hubiera tomado la molestia de contratar a Felicia 'Snoop' Pearson, la única chica con un rol ejecutivo serio en el Juego que, como sabemos, se interpreta a sí misma en la serie, es abiertamente lesbiana, y desde el punto de vista narrativo es un personaje que no hace ninguna falta dado que aparece en la 4ª temporada y la serie ha funcionado perfectamente sin cuota femenina en el lado de los traficantes hasta entonces. Y un largo etcétera. Sigo en otro post...

    ResponderEliminar
  23. Todo ello me hace sospechar que Simon sí tiene alguna intención / opinión al respecto. Todos los personajes de la serie tienen conflictos personales con respecto a su trabajo, a la jerarquía, a la evolución de sus casos, pero los conflictos que tienen las mujeres no son los mismos que tienen los hombres, y es brillantísimo por parte de su creador que los retrate sin miedo y con tanto acierto. No estoy de acuerdo con lo que comenta Xavi sobre que The Wire no se diferencia de otras series policíacas tradicionales en lo que al tratamiento de los géneros se refiere. En todas las series de polis que he visto a lo largo de mi vida, no hay ni una sola en la que las tías tengan problemas familiares por culpa de sus horarios, o por la asunción (o no asunción) de responsabilidades paternales, o en las que se sientan solas en su vida personal a expensas de su éxito profesional, o en las que se aprovechen abiertamente de sus encantos para sacarle lo que quieren al juez de turno. También en esto, como en todo lo demás, The Wire es única y excepcional, y creo Xavi que no deberías obviarlo porque te pierdes una de las cosas que hacen de The Wire la obra insólita y genial que es.

    (Perdonad que haya cortado el post por la mitad pero he tenido problemas con el navegador) :-)

    ResponderEliminar
  24. A ver. La serie no va sólo de las mujeres, ni tampoco de los hombres, ni sólo de la poli, ni sólo de las drogas. Estos elementos forman parte de un todo. Xavi, recuerda: all the pieces matter. Hay que escuchar la palabra de Lester Freamon como si fuese la del mismo Jesucristo metido en un sótano mugriento, tallando sillas de madera mientras usa un sexto sentido para oler la mierda y relacionarla con dinero público y privado.

    Y, aunque la serie no se centre en las mujeres, estas desempeñan un papel muy importante.
    Sin Rhonda no hay órdenes de escucha, ni un buen desencadenante para los conflictos de McNulty con el sexo opuesto.
    Sin Kima no hay informador, ni alguien con dos dedos de frente que controle a Herc en sus primeros pasos como patán policial, ni presencia femenina en un cuerpo policial y una jungla de la calle dominada por hombres. Sin Snoop no hay cadáveres en las vacants ni, muy importante, una presencia femenina de peso en el "brazo armado" de Marlo Stanfield (algo impensable, ¿qué pinta una mujer ahí?).
    Sin Beadie no hay agua caliente que quite la mancha vital que son McNulty y la auto-destrucción a la que él mismo se evoca.

    No sé, parece que haya escrito todo esto tocando un laúd, pero realmente las tías desempeñan un papel importante en la serie. Como todo el mundo. Aquí todo y todos importan. Si no, ¿cómo explicamos que un niño que no se sabe de dónde ha salido (o lo que en series yo llamo "peña random") mate a Omar Little?

    Ala pos!

    ResponderEliminar
  25. Yo creo que María y Laia debería tener un programa de tele tipo late show en el que se sentaran a hablar de la vida...

    ResponderEliminar
  26. Jajaja! Qué grande! Dónde hay que firmar? :-)

    ResponderEliminar
  27. Uff! Y eso que no sabes lo que Laia y yo hablamos en privado ;)

    ResponderEliminar
  28. Retomando los ejemplos de Laia, hay más, que apuntan a lo mismo. Totalmente de acuerdo, las mujeres no son ni mucho menos el centro ni el tema de The Wire, pero como parte de toda la red (como los yonkis de Crak, como los menores, como los polacos del puerto...) son un aspecto más, brillantemente retratado, con sus pliegues y sus diferencias, actores del Juego.

    Volvamos a Kima. Como ya ha comentado Laia creo que ninguna mujer (salvo las muy inconscientes) puedan pasar por alto la conversación en la que explica cómo sobrevivir al cuerpo policial siendo mujer. Además está su crisis de pareja, en la que adopta un rol super masculino. La novia de Kima es otro mundo. Maravillosa la escena final de no recuerdo qué capítulo de la primera o segunda temporada con las cenas paralelas de Kima y su novia y Daniels y su mujer (otro papel femenino super interesante por cierto).

    Pero también está la mama D'Angelo, que se cree matriarca y se pega la hostia del siglo cuando ve que "la familia" es algo más limitado de lo que pensaba. O la doblemente viuda Donette...telita marinera el momento "te desabrocho el chándal" (que aparece ya en los créditos) de Stringer Bell.

    Luego Snoop, que yo sinceramente tardé 4 episodios en darme cuenta de que era una tía, no es broma, y que muere preguntando si está bien peinada.

    Y por supuesto Rhonda, que vive y opera fuera de la jungla (de la más violenta físicamente, al menos) y se maneja con "armas de mujer". Controla, casi siempre (salvo cuando se va a la cama con Mc Nulty) y elige bien, y es sibilina como sólo una mujer puede ser.

    En fin, así por dejar caer un par de ejemplos más.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.