lunes, 7 de abril de 2008

Sobre el taller

Cuando Felipe G. Gil me invitó a dar un taller en la décima edición del ZEMOS98 pensé que sería sobre producción multimedia, o la internet audiovisual, o realización de cortos, o incluso grabación/edición/distribución de vídeos con el teléfono móvil. Pero no. “Un taller sobre contenidos” me pidió. El reto no era ninguna tontería. Es la primera vez que doy un taller de una semana y encima es sobre algo tan ambiguo, discutido, resbaladizo e incluso despreciado como los “contenidos”. Y la cosa se pone fea cuando algo así implica la eterna (y espero que superada) dicotomía entre “forma” y “contenido”. Por otro lado ¿qué parte práctica se podría desarrollar para el taller?

Quiero pensar que Felipe me propuso algo así porque, pese a vivir en ciudades alejadas, nuestras conversaciones y pajas mentales muchas veces han ido en esta dirección: cómo es posible que en estos tiempos tan interesantes y complejos, muy poca gente (y me refiero a nuestro entorno: cortos, festivales, etc) se moje. De hecho, una vez vi un reportaje en el que Carlos Saura se quejaba de que los directores noveles españoles eran muy poco ambiciosos en cuanto narrar su propio tiempo, su propia época, llena de temas increíbles. Se limitaban a recrearse en juegos estéticos, poco arriesgados, poco comprometidos, casi autorreferentes. Y esa “autorreferencia” me llama mucho la atención, parece como si muchos films contemporáneos (sobretodo los cortometrajes) tuvieran el propio imaginario cinematográfico como inspiración y se olvidaran del mundo por completo. Y seguro que Tarantino tiene mucho que ver con esto.

Hoy comentándole esto a María, me ha puesto el ejemplo de cierta pintura neoclásica, como el caso de Jacques-Louis David y su “Juramento de los Horacios” en donde los personajes del cuadro se parecen más a esculturas grecorromanas que a personas.



Hoy hacemos películas sobre películas. Lo cual, a priori no es algo ni negativo ni positivo. Pero cuando se convierte en una tendencia repetitiva e inconsciente es fácil que caiga en el absurdo y (sobretodo, en mi opinión) en cierto conformismo implícito.

Y con esta premisa, la del “compromiso narrativo con nuestro tiempo”, surgió el taller. También Felipe, para complicar más el asunto, me comentó que la gente que se podría apuntar no tenían estrictamente que ser “audiovisualeros”. Y así fue. Hemos sido un grupo heterogéneo.

Consideré importante no convertir el taller en un aula de cine o arte “político” o “social” o “de protesta”, puesto que opino que, pese a haber importantes obras en esta línea, no es la mejor estrategia la de la confrontación directa, la explícita, la que no se anda con rodeos. Porque, en la mayor parte de los casos, solo evangeliza a los ya evangelizados. A nadie le gusta que le digan lo que tiene que pensar (al menos de una manera tan abierta).

Viéndolo así, un taller sobre contenidos podría no tener fin, todo podría caber en él. Así que decidí acotar la temática en tres pilares (de un modo totalmente subjetivo): ¿qué está pasando hoy en el mundo?, ¿qué producciones culturales lo retratan de una manera interesante (principalmente audiovisuales)?, ¿qué podríamos producir nosotros entonces? Tan solo teníamos 20 horas por delante.

13 comentarios:

  1. A comprometerse con nuestro tiempo se ha dicho! El taller, la verdad, no sabria explicar exactamente de que iba, no sabria decir porqué me apunté... pero lo que si sé esque hice bien :D He aprendido mucho gracias a cada uno de los componentes.

    ResponderEliminar
  2. "¿Quién cree la película que es su espectador?"

    Ésa pregunta que hiciste el primer día me parece una estupenda herramienta de reflexión acerca de públicos, productos culturales y escenarios.

    Y es una pregunta que desde El Lado Oscuro -la publicidad ;)-nos hacemos diariamente: ¿cómo logramos que este mensaje llame la atención, sea comprendido y sea coherente con el modo de entender el mundo de nuestro target? En definitiva cómo hacemos para que el consumidor se reconozca en la historia que le estamos contando.

    Los contenidos son básicos para establecer una verdadera comunicación. Ayer releía un post antiguo de Bajo la línea del 14 de marzo, donde Juanjo Rodríguez nos recordaba 'Lo que toda persona de marketing debe saber'. Una de mis 'sentencias' favoritas: “Good marketers tell a story.”

    ¿Quién dijo que en el futuro la publicidad será básicamente contenidos?

    Salud!

    Ah, me encantó que el link de arte social condujese a Loach :)

    ResponderEliminar
  3. En los tiempos que corren, con la que nos está cayendo encima lo más apetecible es reinventarse otras épocas y mirar a cualquier tiempo ya sea pasado, presente o futuro. Mola más vivir pensando en Star Wars o en 8 1/2 que asumir la triste realidad, darse cuenta de que vivimos en una de las épocas más cutres de la historia de la humanidad, un tiempo donde lo peor que podía haber ocurrido ocurrió y donde ganaron los malos.
    Mejor pasar un buen rato con la última ida de olla de Tarantino, un tío que gracias a su creatividad y a su oficio sabe contar buenas historias y quién sabe, igual dentro de 20 años es recordado como el director de los 90 o los 2000... que manda huevos jajaj!

    ResponderEliminar
  4. La reflexión sobre los contenidos me parece muy interesante. A bote pronto me gustarí plantear algo que quizas no cuadra demasiado con tu argumento. La edad de oro de las series que ahora mismo se está viviendo (en EEUU, naturalmente) refleja un deseo de evasión de la realidad acojonante. El grado de inverosimilitud que llegan a soportar los argumentos de estas series (que, sin embargo, funcionan perfectamente) va en una linea completamente divergente al reflejo de la realidad que propones.

    Cómo se come eso? Yo, desde luego, no lo sé.

    ResponderEliminar
  5. Hola. Siento no haber escrito antes. Anteayer falleció mi abuelo y he tenido que coger un vuelo hacia Palma (de Mallorca) para poder asistir al entierro esta mañana en Puigpunyent, un pequeño pueblo de la sierra. Cosas de la vida...

    Me gustaría responder a los dos últimos comentarios (de Iván y Pep, ambos no han asistido al taller pero les conozco... y me ha hecho ilusión que hayan opinado aquí).

    Antes de nada, un “disclaimer”: este posible minidebate online basado en texto siempre puede dar lugar a malentendidos. La frialdad, a veces, de las letras sumada a las prisas y a la cada vez más acuciante falta de vocabulario preciso de nuestras generaciones (me incluyo) en más de una ocasión ha dado pie a la confusión. ¡No hay nada como verse las caras y oírse las voces! Pero lo intentaremos.

    Primero, Iván, quiero comentarte que no estoy muy de acuerdo con tu postura. Bueno, más que estar de acuerdo o no, digamos que no la comparto. Aunque entiendo perfectamente a lo que te refieres con tu explícita frustración. Ya que en el post cito la dicotomía entre “fondo” y “forma”, aquí podría citar la de “apocalípticos” e “integrados” (de la que ya habló Umberto Eco en los sesenta). Al contrario que tú, creo que vivimos un tiempo apasionante. Y cuando digo “apasionante” no me refiero a que sea fabuloso, pero sí a motivante por su gran complejidad (quizá más que nunca) y con nuevos (y no tan nuevos) y vastos horizontes por explorar (creo que así acaba “Ghost In The Shell”). Está claro que en muchos aspectos se han mejorado las condiciones de vida de sus habitantes: yo, con la miopía que tengo, en 1800 ya estaría muerto. Pero en otros está claro que no. Y creo que esta circunstancia difícilmente cambiará nunca. Te recomiendo este vídeo de Steven Pinker en TED, en el que intenta explicarnos cómo, quizá, no esté todo perdido. En cualquier caso me declaro un apocalíptico integrado o, mejor aún, un integrado apocalíptico. Aunque cauteloso, me gusta vivir este presente que nos ha tocado, sobretodo porque hay mucho por hacer.

    En cuanto a Quentin Tarantino, aunque suene a topicazo masticadísimo, te confesaré que sus únicas pelis que me gustan (y mucho) son sus dos primeras. El resto me parece un “chicle”. A parte de que el tío no me cae bien con su rollo de la “estética de la violencia”. He citado a Tarantino no porque me guste o disguste sino porque el ejército de imitadores de su estilo ha sido tan enorme que ya es casi un “género cinematográfico”, el cual aborrezco profundamente por su intencionado desapego del mundo que le rodea. Pero no negaré que es un crack. De hecho no hace falta que esperemos 20 años: Tarantino ya ha sido considerado por los “connoisseurs” como el cineasta más importante de la década de los noventa. Y en cierta manera podría compartirlo.

    Y ahora Pep y la inverosimilitud de las series americanas. Pues mira Pep, ahí has tocado una de las teclas que había que tocar y que en cierta medida hemos tratado en el taller. Y por ello esta respuesta la ampliaremos en nuevos artículos de este blog. Pero adelantaré que, en mi opinión, a pesar de las piruetas increíbles (en el mejor y peor sentido de la palabra) a las que nos tienen acostumbrados ciertos guionistas de televisión gringa, creo que series como “The Sopranos”, “Lost”, “The Wire” o “Big Love” (ojo, tres de ellas de la HBO) están mucho más comprometidas con nuestro tiempo y nos narran mejor nuestros días que muchas otras producciones culturales. Y pondré un ejemplo que ya puse en su día y que me encanta y que, además, como casi todo, no es mío. Me lo dijo Xavi Serra tras engancharse a “Big Love” que, como sabrás, va de un matrimonio polígamo en Utah:

    «La representación artística tiene la mágica virtud de que a veces, si lo hace bien, cuanto más exagerado y forzado es su relato, mejor nos explica la vida. Mira el caso de “Big Love”: es a través de un imposible matrimonio polígamo de tres tías con un tío que mejor he visto retratadas las miserias de nuestra monogamia.»

    (la cita no es 100% literal, pero esa era la idea)

    Y por lo pronto lo dejaré aquí. Stay tuned!

    ResponderEliminar
  6. JC, sólo decirte que tu reflexión me parece brillante. Me hubiera gustado mucho asistir al taller. Comparto tu punto de vista, pero ¿quién se atreve a retratar nuestra realidad? ¿Quién va a tomarse la molestia de hacer una peli explicando al detalle la crisis de las subprime? ¿Quién y cómo va a contar que la tecnología, y especialmente Internet, con todas sus ventajas se está convertiendo en la herramienta de control social más poderosa que existe? Hay historias apasionantes por contar pero... ¿tendremos la valentía de contarlas?

    ResponderEliminar
  7. Aha. Entonces, Joan Carles, llegas a lo que yo no me atreví a decir en el comentario anterior. A saber: que hay muchas maneras diferentes de comprometerse con la realidad, o de reflejar la realidad. Por lo tanto, no resulta tan sencillo decir que la evasión o el puro entretenimiento no sea una forma de describir el momento actual sumamente compleja (de la misma manera que la cienca ficción de serie B de los 50 reflejaba perfectamente la guerra fría. Quizás más interesante incluso que cierto realismo mitinero y demagógico que puede resultar, además, asquerosamente previsible.

    A mi, Star Wars o las mitologías pseudomedievales me aburren muchísimo, pero también me aburren los que dicen comprometerse con su tiempr y lo que hacen es retratar sólo una pequeña parte de ese tiempo para echarnos un sermoncillo. Lo de las series demuestra que el entretenimiento y el compromiso no son antitéticos, y esa sí que es quizás una idea nueva a promover.

    No diría nunca que Tarantino es un cineasta comprometido con la realida de su tiempo, pero lo que sí es cierto es que refleja la sensibilidad actual (hedonista, frívola, tolerante con la estética de la violencia, individualista...)de una forma bastante precisa.

    ResponderEliminar
  8. Pep, suscribo tus palabras. Cualquier producción cultural (lo quiera o no) es hija de su tiempo, como el caso de Tarantino. Otra cosa es que, a parte de ello, tenga el valor de aportar o cuestionar a su tiempo. O en otras palabras: de que nos meta un gol. Y para ello se puede usar el entretenimiento, la evasión, el ensayo, el juego, la reflexión o cualquier otra estrategia. Hay muchas maneras de hacerlo.

    ResponderEliminar
  9. Estoy completamente deacuerdo con lo que dice Pep aunque a mí me encanta Tarantino y soy fan de Star Wars (de las tres primeras, claro). Seguro que se pueden sacar más cosas de nuestro tiempo viendo Matrix o una de Tarantino que tragándose un bodrio moralizante de cine pseudorealista. Un claro ejemplo en España es el mayor fabricante de ladrillos conocido en muchos años, me refiero como no a Fernando León, que en cada una de sus películas nos muestra lo mal que está todo y suelta el sermoncito de postre.
    Para contar cosas sobre nuestro tiempo no es necesario poner de protagonistas a putas, chaperos y yonkis. Igual pones a un bicho verde con alas y resulta que das en el clavo...
    Félíx de Azúa en el imprescindible "Diccionario de las Artes" se cachondea del tema de los artistas que hablan del mundo actual a base de poner coño, joder y hostia en los diálogos, os lo recomiendo porque es muy gracioso.

    ResponderEliminar
  10. Quería añadir, que se me ha olvidao
    que a finales del siglo XIX y principios del XX los que se inventaron la pintura moderna no vivían en el Manhattan ni en el Tokio de la época, no estaban a la última ni al loro de nada, más bien se fueron al quinto pino y fue allí donde sentaron las bases de lo que luego fue el arte en el siglo siguiente y además en pocas ocasiones superado.
    Me refiero a Van Gogh en un pueblo en el quinto pino de Francia, Gaugin en el culo del mundo de la Polinesia y Cézanne pintando la misma montañita en Aix au Provence en el sur de Francia también.

    ResponderEliminar
  11. ¿O quizá Felipe me encargó este taller para gastarme una broma pesada?

    ResponderEliminar
  12. Hola a todos.

    Siento no haber podido asistir los dos últimos días al taller, al menos para despedirme de la gente, estuvimos (yo y mis compañeros de trabajo) liados con asuntos sindicales, ya que, el servilismo se acabó hace tiempo pero hay algunos empresarios-caciques que se "hacen los locos".

    Aunque debo confesar que en un principio era un tanto excéptico en cuanto al taller, conforme avanzaba me fuí encontrando cada vez más integrado e interesado por lo que se trataba, concluyo que lo pasé bien y aprendí, y eso está de puta madre!!.

    Me alegro de que podamos seguir discutiendo, y ya que no puede ser con un par de birras por medio, a través de algo tan dinámico como un blog.

    Aquí os dejo la dirección de mi blog personal. Os aviso jeje, me gusta escribir tal y como hablo (en andaluz-sevillano).

    http://elcuriosobservador.blogspot.com/

    Un saludo ;)

    ResponderEliminar
  13. Hola Ángel. Bienvenido de nuevo! Veo tu blog y me alegro mucho de que hables de Little Britain! Olé!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.