sábado, 20 de septiembre de 2008

Apunte

Hago un alto para recomendar una interesante ponencia de Ted publicada este mismo mes. Su autor es el psicólogo Jonathan Haidt y se titula: "La auténtica diferencia entre liberales y conservadores". Un fantástico ejercicio de pensamiento complejo en la línea que comentaba en un post anterior, es decir: sobrevolar dicotomías y políticas de confrontación.

Haidt, entre otros, cita a Pinker y su "Tabla rasa", también al dilema del prisionero (temas del primer tabú). ¿Pero qué tendrá que ver todo esto con los contenidos audiovisuales del taller? Pues mucho. Recomiendo de nuevo darle una oportunidad a la serie "The Wire" de la HBO, una producción empapada de pensamiento complejo y de paso a la altura (¿o mejor quizá?) que "The Sopranos". Una serie en la que después de cada episodio piensas: «¿Cómo demonios les han dejado emitir algo así?». Imprescindible.

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PS: Me ha encantado el 5º punto sobre el valor moral de la "Pureza": controlar lo que haces con tu cuerpo, una santidad más relacionada hoy en día con la comida y las dietas que con la castidad. Los puritanos de hoy son los eco-bio-natur-alimentados, ¡a la hoguera con los gordos hamburgueseros! Antes el sexo libertino se vinculaba a enfermedades venéreas y embarazos indeseados (ay amigo Sade), hoy la comida libertina se vincula a la diabetes, al coresterol y la obesidad.

1 comentario:

  1. Cada día conozco a más gente sexualmente liberal obsesionada con esa idea de "pureza": la comida libre de "E's", el agua sin cloro y baja en sodio, la leche de soja que debe ser áspera y saber a tierra para ser 'realmente' natural, separar la grasa de la carne -quitarle el tocino al jamón ibérico!!-, etc, etc.

    (Es que salgo de un finde en el que he terminado gritando aquello de "¡Mi reino por un doble whopper!" -es que a la parrilla sabe mejor...-)

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