miércoles, 30 de septiembre de 2009

Antichrist

Sin lugar a dudas, la última película de Lars von Trier me ha hecho recuperar la fe en las películas de 100 minutos (...y sentado en una butaca de un viejo cine). Sobretodo después de tanto empacho te televisión seriada de lujo.



Es una experiencia dura, a la par que reveladora e insólita. Y, como no podía ser de otra manera, al amigo von Trier le ha llovido de todo: que si sádico, que si misógino, que si loco de remate, que si provocador vacío... ¡Pero se cuánto se equivocan!

Para su director, "Antichrist" fue pura terapia. Y solo a quien le apetezca darse un viaje "por el lado más salvaje" de sí mismo podrá sacarle provecho. Para muestra unas impresionantes palabras de mi buena –y siempre brillante– amiga Laia Ordóñez (atención, espoilers):

Seguro que a Lars Von Trier le acaban acusando de machista por la peli. Me parece interesantísimo que el personaje femenino acabe enfrentándose al horror que lleva dentro, mejor dicho, al horror que ella misma encarna, constituye, por el hecho de ser mujer. En cuanto su marido le pregunta "¿qué es lo que más temes?", inmediatamente, pero inmediatamente, pensé: "a sí misma". Lo que más teme es volverse loca o, mejor dicho, descubrir que en realidad está loca de remate y que todo lo demás ha sido una simple compostura cultural. Iba viendo que la peli se iba por la tangente, que la tía empezaba a decir, "el bosque", tal... y pensé... bueno, veamos por dónde va; porque el bosque es la naturaleza, pero a lo mejor a Lars Von Trier le da por ponerse videoclipero y nos hace aquí un simbolismo incomprensible en plan Björk con esto del bosque que no habrá quien pille... ¡Pero no! ¡Volvió a su cauce! Me gustó mucho que utilizara los símbolos "de siempre", que respetara los significados que a lo largo de la historia de la representación han tenido los elementos simbólicos que utiliza.

Seamos francas: somos algo incontrolable. Ni siquiera nosotras mismas nos podemos controlar (nuestro cuerpo, etc). Esto ya se ha dicho muchas veces, pero es meter el dedo en la llaga poner en escena a un personaje femenino que tira por la borda su tesis (cultura, es decir, su faceta "masculina", lo que la hace "digna" ante su marido) y su hijo (a sí misma como mujer-madre) en aras de su propia satisfacción: la tesis la tira por la borda cuando se va al bosque con su hijo unos días y se libera en pleno campo ("la tesis dejó de ser importante") y al hijo lo tira por la borda cuando está follando con el marido y ve que su hijo está a punto de tirarse por la ventana y lo ignora. Al perder ambas cosas, se libera de lo que la ata a la cordura, es decir, al contrato social, y se entrega a su propio deseo... Hubo un día, años ha, en que me quedó muy claro que las mujeres somos deseo –nadie nos lo enseña, nadie nos dice cómo gestionarlo, a nadie le interesa que lo sepamos ni que aprendamos a controlar ese deseo que somos–, pero es lo que somos y sólo podemos funcionar en sociedad a la altura de los hombres si sabemos controlar y dirigir ese deseo a nuestro antojo. Somos como olas del mar, como mareas, ahora venimos y ahora nos vamos en ciclos de alteración hormonal que no podemos controlar... Y ella se vuelve loca porque se entrega a lo que es, porque descubre lo que es y porque lo odia: es una furcia, una zorra, una perversa, una egoísta, una sucia, una traidora, una guarra, una asesina y una bruja. Es emoción incontrolada.

Hay ya muchas pelis que retratan el horror de ser hombre, el ansia de poder, de tener, la ambición de ser alguien en entornos en los que siempre hay un código, siempre hay una serie de normas, siempre hay una jerarquía; esto es a lo que tienden los hombres. Pero hay muy pocas pelis que retraten el horror de entregarse a la anarquía moral y emocional, a la locura, que es lo que seduce a las mujeres... aunque no se diga.

lunes, 17 de agosto de 2009

Sita Sings The Blues

Acabo de publicar un breve texto sobre el film "Sita Sings The Blues" en el blog de Venuspluton!com. Viene muy a cuento...

sábado, 18 de julio de 2009

Debatiendo sobre The Wire


Aprovechando que la la serie "The Wire" acabó hace ya más de un año y que, por lo tanto, muchos ya hemos visto sus cinco temporadas completas. Abro aquí un hilo para la conversación en los comentarios del post.


Atención: espoilers por un tubo, así que no sigas leyendo si no la has visto.

Temas interesantes, a modo de calentamiento:

OMAR: ¿Héroe o villano? Probablemente Omar Little es el personaje más inverosímil de toda la serie. Increíble es su absoluta impunidad en ese contexto callejero, al igual que su forzada homosexualidad. En muchas ocasiones se le dibuja como un personaje noble, sin embargo no deja de ser un asesino más. Unas gotas de Robin Hood, otras de Lucky Luke, Han Solo y la magia del ninja... Un curioso cóctel que da como resultado que Omar sea, sin lugar a dudas, el personaje de la serie que más ha trascendido en la cultura popular (Barack Obama lo ensalzó). Su ridícula muerte, al final de la serie, se ha comentado mucho (aunque, en mi opinión, era la mejor que podía tener).

FILIAS Y FOBIAS: Casi todos los personajes –salvo los malos malísimos Barksdale o Marlo– tienen sus partes oscuras y sus partes luminosas. Algunos consideran a McNulty –alcohólico, egoísta y autodestructivo– el auténtico motor imprescindible de la serie. Otros se sienten a salvo con el pacífico Freamon. Personalmente a mí me fascina Stringer Bell: tan cabrón y frío como muchos otros, pero inteligente y culto, además de tío bueno, traicionado al final por su mejor amigo. Hasta sé de uno que siente compasión por Clay Davis, el político corrupto por excelencia.

JERARQUÍAS: En estos tiempos de presunta horizontalidad y reparto de tareas, "The Wire" aborda, capítulo tras capítulo, la lucha por el poder. Y no me refiero al "poder" de "aquí mando yo" –que también– sino al "micropoder", es decir, entre compañeros de trabajo, entre familias, entre parejas. Y cómo la traición, la desobediencia, la ruptura de la "cadena de mando" y las diminutas dosis de pullas, son el pan nuestro de cada día.

EDUCACIÓN: Solo la cuarta temporada de la serie, dedicada a la "educación", merecería una tesis universitaria. Sobre las dificultades de la "informalidad", sobre las trampas autoimpuestas de los sistemas educativos en pro de una mejor financiación, sobre aquello tan viejo de "todos somos iguales, todos nos merecemos las mismas oportunidades" en contraposición a "todos somos diferentes, por lo tanto necesitamos un menú personalizado". Tantas cosas... Esta cuarta temporada es mi favorita.

MUJERES: De nuevo, los roles femeninos en la serie están más cerca del tabú que otra cosa. Solo las lesbianas están dispuestas a participar en este juego de hombres. A parte de la constante idealización y éxito mujeriego de los personajes más machos, duros y poderosos. Pero lo dejaré aquí.

NARRATIVA: Y al margen de personajes y contenidos, también es revolucionaria la narrativa de la serie. Explotando mejor que ninguna otra la serialidad y la larga duración. Episodios, de una hora, en los que no pasa nada y luego pasa todo. Sin embargo, desde el punto de vista de la realización audiovisual, el estilo es más bien clásico y conservador. ¿O quizás no?

lunes, 6 de julio de 2009

Re(in)ventando géneros

¿Por dónde íbamos? Hace meses que no publicaba nada aquí. Qué desastre... ¡Es el estrés del autónomo! Pero sigamos. Que sólo fue una semana de taller. Y tampoco queda tanto.

Los últimos posts se los dediqué a la HBO (y también a algún que otro apunte). Así que ahora toca una batería de series que comentamos en su día. ¿Y por qué ficción televisiva anglosajona? Porque a día de hoy son el mejor escaparate de una producción internacional que supera viejas dicotomías, abordan –prácticamente todas– la contemporaneidad desde complejos puntos de vista (incluso tabúes), son autosuficientes (no tienen detrás un papá Estado que paga y vigila lo que hacen) y generan comunidades y diálogo en red. Vamos allá.

El asesino en serie: "Dexter"

La psicopatía es un tema fascinante. Tanto Pinker como Punset hablan de ella en los textos recomendados. Sobretodo porque hay mucho psicópata entre nosotros (se habla de hasta un 4% de la población... y en su mayoría son hombres), aunque no hay que confundir psicópata con psicokiller. La mayoría de psicópatas no son asesinos, de hecho muchos de ellos suelen ser gente bien posicionada socialmente (altos cargos en empresas, políticos, deportistas...) y personas muy inteligentes. Básicamente, una persona psicópata es una persona que no siente empatía. Y a día de hoy eso no tiene cura. En Estados Unidos, si detectan que eres psicópata y cometes algún delito grave, te caerá probablemente la cadena perpetua porque no hay rehabilitación que valga. O eso, o te llevan al ejército, a primera línea de fuego, para que te desahogues a gusto con el enemigo. ¿Y Dexter Morgan? Pues resulta que es un asesino psicópata pero buena gente. Bajo una trama, a priori, de palomitas, se esconden cuestiones muy importantes: ¿qué significa el altruismo? ¿hasta dónde llega la representación, la pose y la hipocresía en nuestra vida social? ¿conocemos realmente a la persona con la que convivimos? Todo ello enmarcado en un Miami kitch-latino encantador... Y no os perdáis a la bienpensante Rosa Montero poniéndola a parir.

Una de abogados: "Damages"

Más allá de su increíble reparto (Glenn Close, Željko Ivanek, Ted Danson, Rose Byrne...), esta serie emplea a fondo su narrativa fragmentada a base de flashforwards y flashbacks. En un entorno –el de la abogacía– en el que se juega duro –a base de mentiras, intenciones ocultas, mucho dinero y medios de comunicación– es probablemente la mejor estrategia narrativa por la que se podía optar. Difícilmente sabremos aquí quién es bueno y quién es malo. Y esa ansiedad y dubitación constante es la mar de sana, dados los tiempos que corren... La primera temporada es prácticamente perfecta. La segunda no tanto, pero igualmente vale la pena.

La familia disfuncional: "Family Guy"

Mi admiración por esta irreverente obra maestra ya la dejé por escrito aquí hace cuatro años, con vídeo incluido: «prácticamente no tiene límites, es una gamberrada monumental que consigue arrancar carcajadas donde hacía tiempo no las había, abanderando incluso todo aquello "incorrecto", y apunta alto: machismo, violencia despiadada, homofobia, discriminación física y racial... Pero con una elegancia e inteligencia que hacen girar la tortilla continuamente. Quizás los dos personajes más emblemáticos sean el perro -amante de los Martinis y el miembro de la familia más sensato- y el bebé -un psicópata homosexual reprimido que sueña con matar a su madre y dominar el mundo». Y todo ello desde la ultraconservadora cadena FOX. En cuanto a las comparaciones con "The Simpsons", Casciari las resuelve la mar de bien aquí: "Family Guy, un plagio que necesitábamos con urgencia". Por cierto, acaba de aparecer en la ABC una nueva serie animada de familia disfuncional: "The Goode Family" (buenos ciudadanos, ecologistas y multicultis). Tiene una pinta estupenda.

Una de médicos: "House MD"

¿Qué decir de la serie más vista en el mundo entero? ¿De nuevo otro psicópata o simplemente un amargado? ¿Por qué nos atrae tanto el "refuerzo intermitente", osea, una de cal y otra de arena? ¿Por qué la estructura de todos sus episodios es idéntica –a lo Sherlock Holmes– y, sin embargo, funciona y engancha? ¿Por qué el indomable personaje que interpreta Hugh Laurie despierta tantos instintos maternales? ¿Es cierto eso de que "todo el mundo miente"? Por supuesto, todas las respuestas –que las hay– a esas preguntas no dejan de ser inquietantes...

viernes, 16 de enero de 2009

Robinsones Urbanos está en marcha

(artículo escrito por alfredov)

Bueno, ¡parece que va siendo hora de que desempolvemos el teclado el resto de participantes del taller y contemos algo de los proyectos que expusimos en marzo del año pasado!

Cuando participé en el taller "¿Alguien dijo contenidos?", hablé de algo que por aquel entonces (hace menos de diez meses) era un proyecto. Se llamaba Robinsones Urbanos y era una idea que empezó a fraguarse principalmente en la cabeza de Ramón Salido, un amigo y compañero de la escuela de arquitectura de Sevilla, que padece trastorno bipolar. La intención era crear una herramienta web que ayudase a las personas que sufren esta enfermedad, de múltiples maneras: dar información sobre el trastorno, poner en contacto a enfermos a través de la red en plan facebook para poder compartir experiencia y ayuda, poder tener cada usuario una red de apoyo (amigos, familiares, profesionales...) que pueda activarse fácilmente en caso de necesidad...

La idea fue cuajando y otras personas fueron comprometiéndose a llevarla adelante, procedentes del entorno de Ramón. Familiares, amigos, (básicamente procedentes de dos colectivos nacidos en la escuela: hackitectura y sietezeta, al cual pertenecemos Ramón y yo) se pusieron a trabajar y...


...diez meses después no es sólo un proyecto, sino una realidad. Una realidad que está empezando, que tiene muchísimo que mejorar, pero realidad al fin y al cabo.

Hoy viernes 16 de enero Robinsones Urbanos hace su presentación oficial en Jerez. Podrá seguirse en directo en la página vía streaming video. A partir de las 18:30.

En la propia web del proyecto se hace una descripción, cuyo comienzo copio a continuación. ¡Aprovecho para mandar un saludo al resto de compis del taller!

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Robinsones Urbanos es un espacio ciudadano digital que pretende complementar la atención a los enfermos que padecen trastorno bipolar, con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Es una iniciativa ciudadana que pretende ser el soporte de una red social de apoyo a los enfermos, facilitando información, espacios de trabajo y encuentro y herramientas de ayuda para la autogestión de la vida cotidiana de los propios enfermos. Puede decirse que es un cyborg, un híbrido entre redes digitales y sociales que tiende cables para conectar gente ofreciéndoles la oportunidad de hacer suya esa herramienta y de aprender y enseñar a usarla. La base de funcionamiento es la ayuda mutua... (Más información aquí).

martes, 14 de octubre de 2008

La historia de las cosas

Felipe G. Gil, de ZEMOS98, publica en su blog una entrada con guiño a nuestro blog "¿Alguien dijo contenidos?" en relación al vídeo "The Story Of Stuff", un clip propagandístico de 20 minutos que supuestamente desmenuza y simplifica los horrores del sistema capitalista.


Entiendo la razón por la que Felipe, en contra de todo lo que se ha dicho y escrito sobre el vídeo en cuestión por ahí, se hace preguntas... Y es que en la era de la complejidad y superación de las dicotomías, siempre será sano sospechar de aquellos que nos venden la única verdad, que nos señalan lo que es bueno y lo que es malo, que definen "al otro" como gordinflón gilipoyas o que tienen las estadísticas solo de su parte.

En "The Story Of Stuff" tenemos un buen ejemplo de una campaña de reducción absoluta de los problemas... Jugando con el miedo chungo, la amenaza, la falta de rigurosidad científica y la eterna promesa de un mundo mejor si aceptamos su plan... ¿Acaso no fue siempre esa la magnífica estrategia del pensamiento neocon, que está convencido de que el ciudadano es ignorante y manipulable? Entonces, ¿qué puede haber detrás de todo eso? ¿Para qué tanta bondad? ¿Alguien ha visto el último Ted de Al Gore, en el que directamente nos dice en qué empresas debemos invertir nuestros ahorros? ¿Alguien se ha percatado de lo verdes que son las campañas de las grandes petroleras en EE.UU.?

Queda pendiente comentar -¿me atreveré?- dos casos de propaganda política y social en pelis que me han puesto los pelos de punta (hacía tiempo que no salía tan ofendido de un cine): "Wall·E" (tirando a la izquierda) y "The Dark Knight" (tirando a la derecha).

sábado, 20 de septiembre de 2008

Apunte

Hago un alto para recomendar una interesante ponencia de Ted publicada este mismo mes. Su autor es el psicólogo Jonathan Haidt y se titula: "La auténtica diferencia entre liberales y conservadores". Un fantástico ejercicio de pensamiento complejo en la línea que comentaba en un post anterior, es decir: sobrevolar dicotomías y políticas de confrontación.

Haidt, entre otros, cita a Pinker y su "Tabla rasa", también al dilema del prisionero (temas del primer tabú). ¿Pero qué tendrá que ver todo esto con los contenidos audiovisuales del taller? Pues mucho. Recomiendo de nuevo darle una oportunidad a la serie "The Wire" de la HBO, una producción empapada de pensamiento complejo y de paso a la altura (¿o mejor quizá?) que "The Sopranos". Una serie en la que después de cada episodio piensas: «¿Cómo demonios les han dejado emitir algo así?». Imprescindible.

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PS: Me ha encantado el 5º punto sobre el valor moral de la "Pureza": controlar lo que haces con tu cuerpo, una santidad más relacionada hoy en día con la comida y las dietas que con la castidad. Los puritanos de hoy son los eco-bio-natur-alimentados, ¡a la hoguera con los gordos hamburgueseros! Antes el sexo libertino se vinculaba a enfermedades venéreas y embarazos indeseados (ay amigo Sade), hoy la comida libertina se vincula a la diabetes, al coresterol y la obesidad.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Perdiéndonos en Lost

Este espectáculo audiovisual fue el germen de nuestro taller. La serie creada por J.J. Abrams (no os perdáis su intervención en Ted), Damon Lindelof, y Jeffrey Lieber ha conseguido lo que parecía ya imposible en esta era fragmentada: congregar audiencias masivas internacionales, generar debates interminables, provocar ansiedad enfermiza y dividir a los espectadores en dos razas: los que desprecian a la serie -aunque no la hayan visto- y los que la aman.


La mejor manera de explicar en qué consiste esta producción de la ABC será proponer unos cuantos enlaces, además de, cómo no, empezar a verla (intentando evitar, a ser posible, la versión doblada, recortada y desordenada que emiten las televisiones españolas).

domingo, 7 de septiembre de 2008

Contra las series

De vuelta de las vacaciones me encuentro con un curioso artículo de Jordi Costa (flamante crítico cinematográfico): "Contra les sèries" (en catalán).

Sus argumentos no son muchos, de hecho escribe que no tiene espacio para exponerlos. Pero hay dos aspectos verdaderamente alarmantes: (a) ¿condena a todas las series en general? ¿"Sex And The City" e "In Treatment" en el mismo saco? (b) ¿una cuestión de realización dinámica y velocidad expositiva? ¿habrá visto "The Wire"?

¿Será Costa el más iluminado de los iluminados o se ha ganado el premio a la boutade del mes? Nunca se sabe, el tiempo dirá...

viernes, 8 de agosto de 2008

HBO y la madre que los parió (2)

Después de dos entregas (1 y 2) sobre HBO, me gustaría mencionar un par de series que me han impactado bastante, diría que son lo mejor de la pasada temporada. Ambas, como las citadas en las anteriores entregas, están escritas desde un profundo conocimiento de la naturaleza humana pero además, formalmente, son un ejercicio de realización interesantísimo basado en el menos es más.

** Flight Of The Conchords **

Un buen amigo me pasó unos vídeos de Youtube protagonizados por una divertida pareja de neozelandeses (bussines time, robots...). Y resulta que al poco tiempo me enteré de que HBO les acababa de fichar para una comedia low cost sobre ellos mismos. El resultado es un ejemplar caso de posthumor indie musical (ya hablaremos también de la británica "The Office"). Al principio no se entiende absolutamente nada, pero después -a medida que se va pillando el rollo de los dos entrañables protagonistas (yo, como isleño mallorquín, estoy en su onda)- la serie vuela muy alto. Casciari nos da buenas pistas y según el "New York Times" ya son el superhit del momento.


** In Treatment **

El punto de partida es un reto complicado: dos personas en una habitación conversando a lo largo de 43 episodios (diarios) de unos 20 minutos. Ni más, ni menos. Pero el resultado es espectacular. Qué guiones, qué actores... y todo a  base de planos/contraplanos. Desconozco si los tratamientos psicológicos reales se desarrollan como en la serie, pero eso aquí no tiene importancia: la chicha está en otro lugar. El papá de la serie es el colombiano Rodrigo García (hijo de Gabriel García Márquez, ojo al dato), quien ha participado también en "The Sopranos", y la mamá es "BeTipul" (2005), el formato original israelí. Más detalles en el evangelio según san Casciari.


No he citado otras producciones de la HBO como "Sex And The City", o "Rome", o "Carnivàle"... Podría haberlo hecho, pero mejor será dar cancha a otras producciones más suculentas... ¿Alguien dijo "Lost"?

domingo, 3 de agosto de 2008

HBO y la madre que los parió (1)

Ya instalados en agosto y después de haber introducido a "The Sopranos", empezaré con el bombardeo de series de televisión. Aburrirse será imposible.

HBO (Home Box Office) es una cadena de televisión de pago, es decir, una especie de Canal+ a la americana. Tiene una programación de alta calidad basada, sobretodo, en eventos deportivos y estrenos de películas. Poco a poco fueron invirtiendo también en la producción propia de series de televisión, y aunque en un principio no movían tantas audiencias como el resto de programación han acabado convirtiéndose en un escaparate de la mejor producción televisiva mundial.

Lo mejor de lo mejor (primera parte):

** The Wire **

Esta serie policíaca ambientada en Baltimore lidia con "The Sopranos" para ocupar el número uno del top of the pops. ¿Su secreto? Su descarnado realismo y la valentía total de sus dos guionistas/autores -David Simon y Ed Burns, experiodista y expolicía, respectivamente- al ponerlo todo patas arriba. "The Wire" es la antiserie, donde parece que no pasa nada y luego pasa todo. Toni García, en "El País" nos los explica todo muy bien. Igualmente Hernán Casciari nos regala este videoreportaje. Perdérsela sería un crimen. Por cierto, me recuerda mucho al GTA...


** Big Love **

Ya me lo dijo Xavi Serra: "es a través de la vida de un polígamo que podemos conocer mejor nuestras miserias monógamas". Y no le falta razón. Conocer al mormón Bill Henrickson y a su familia polígama (más concretamente poligínica) en sus tres casas de Salt Lake City no tiene precio. La sinopsis de la serie es escandalosa, pero luego transcurre todo con absoluta normalidad, para después entrar en la inevitable espiral de descontrol. Más información en Plus.es, pero por favor, que a nadie se le ocurra verla doblada al castellano. Sería otro crimen.


** Curb Your Enthusiasm **

Una sitcom escrita, dirigida y protagonizada por Larry David, co-autor de "Seinfeld". Una comedia negra que Casciari, de nuevo, expone muy bien en su blog.


** Six Feet Under **

Desde que TVE empezara a emitirla mal, muy mal -doblada, recortada y desordenada-, ya han pasado años. Pero el punto de partida ya es de por sí extraordinario: el día a día de los Fisher, una familia que regenta una funeraria. Otra serie que se va creciendo a medida que avanzan las diferentes temporadas. Más chicha aquí.


En breve la segunda parte -que en realidad es la tercera- de HBO...

domingo, 20 de julio de 2008

¿Alguien dijo The Sopranos?

Cuando Peter Greenaway estuvo en el ZEMOS98 hace un par de años aseguró que los mejores directores de cine, en estos momentos, probablemente no estarían haciendo películas sino que estarían desarrollando videojuegos o websites audiovisuales, y yo añadiría: series de televisión.

La producción de seriales de ficción en televisión tiene una trayectoria de más de cincuenta años en todo el mundo, desde "Misión Imposible" (1966) a "Cristal" (1985), pasando por "Verano Azul" (1981) o "The A Team" (1983). Sin embargo, pese a su impacto generacional y éxito popular, nunca fueron producciones audiovisuales tomadas "en serio", quizá debido a su sonrojante simplicidad argumental y falta de ambición tanto artística como presupuestaria.

Pero un día de 1990 llegó "Twin Peaks" de David Lynch y la cosa cambió. De repente una serie ya no era un culebrón de sobremesa sino que se convertía en una interesantísima película de decenas de horas que, a pesar de tener un estilo, a priori, poco convencional, se convertía en un todo un fenómeno internacional.


Nueve años después se estrenaba en HBO -una especie de Canal+ a la americana, muy importante el dato- "The Sopranos", creada por David Chase. Voy a quemar un buen cartucho, pero es que con esta producción empezaron de verdad a liarla parda. Y es que estamos hablando, a mi parecer, de la mejor serie de todos los tiempos, todo lo demás vendría después. Escribir cualquier cosa sobre esta serie en un blog siempre sabe a poco. Lope Serrano fue quien me la recomendó fervorosamente y me compré la primera temporada -la más tímida de todas- en DVD. Ante la monumentalidad de semejante producto audiovisual lo mejor que se puede hacer es darle una oportunidad, y muy probablemente acabarás llegando hasta el último capítulo de la sexta temporada con la sensación de haber presenciado algo muy grande. Y entender, de paso, por qué leches montamos un taller sobre contenidos en el pasado ZEMOS98.


Siguiendo con las especulaciones que tanto le gustan a Greenaway podríamos preguntarnos: ¿si Dostoievski estuviera vivo hoy, qué habría escrito? Yo respondería que "The Sopranos".

Seguiremos, seguiremos con HBO y Chase en la próxima entrega...

domingo, 13 de julio de 2008

Sigamos

Y después de estos rollos de tabús (1, 2, 3 y 4) ¿este no era un blog sobre contenidos audiovisuales? Pues sí. Pero antes de comentar pelis y videojuegos he pensado que era fundamental poner en contexto nuestros días, ya que el subtítulo del taller fue: «sobre el compromiso narrativo y comunicativo de (y con) nuestro tiempo».

Hace ya bastantes años (¿quizá finales de los noventa?) me impactaron unas palabras de Carlos Saura, ya hice referencia a ellas en un post anterior. Esa idea, con el tiempo, se ha ido haciendo fuerte. Y no sólo en mí, sino en la propia industria. Es más, creo que una de las claves del éxito de ciertas producciones (¿alguien dijo series de televisión?) está en lo que pedía Saura.

Acepté la invitación de Felipe G. Gil para realizar este taller en base a una premisa que me tiene fascinado desde hace algún tiempo: pocas veces sucede, pero resulta que con esto de las series de televisión americanas ("Sopranos", "Lost", "The Wire", etc) el audiovisual está viviendo una edad dorada, en la que tanto la crítica como la audiencia en general están disfrutando como locos de esas producciones, y además a nivel internacional. ¿Y cuáles son los ingredientes de ese éxito? ¿Quiénes son las personas que están detrás? ¿Qué impacto tendrá la fórmula de cara al futuro inmediato?

Pero antes de nada hay que repasar dos cosas muy importantes: (1) el compromiso no tiene por qué implicar el panfleto evangelizador (por ejemplo cierto tipo de cine político o social) ni tampoco tiene por qué ser explícito, es más: lo explicitamente combativo generalmente es contraproducente y (2) la diversión, el entretenimiento o la evasión no tienen por qué ser excluyentes de lo responsable, de lo profundo, es más: es una de las mejores estrategias comunicativas.

¿Y dónde estábamos antes de que llegara "Lost"? Pues por estas tierras, en 2004, estábamos en pleno debate de la caja tonta, de que si la telebasura nosequé, que si televisión pública o privada, etc. Entonces Andrés Hispano, brillante como siempre, escribió eso de que la televisión «merece que se desarrollen modelos de expresión que le sean específicos, aquello que puede ocurrir en la tele mejor que en ningún otro lugar» en su superartículo "Teleculturismo, la televisión mal entendida". Y acertó de pleno...

miércoles, 9 de julio de 2008

Cuarto tabú

Sin lugar a dudas, este es el tabú más tabú de todos. Imagino que porque nos pilla muy cerca. Tan cerca que resulta verdaderamente incómodo. Probablemente el siguiente chiste lo explique muy bien:


Los nuevos feminismos

Los hombres y las mujeres no son iguales. Y sus diferencias no nacen (exclusivamente) de mandatos culturales o roles socialmente impuestos. Estas dos frases tan sencillas son y siguen siendo fuente de batallas interminables.

El gran trabajo realizado en el pasado siglo en occidente por el feminismo (o mejor dicho, por los distintos tipos de feminismos) en su tarea por conquistar la igualdad social de la mujer en un mundo eminentemente masculino ha sido muy importante. Pero hemos cambiado de coyuntura. Las bases sobre las que se construyó su discurso han ido transformándose, evolucionando o incluso algunas se han descartado (como todo en la vida). Y en estos momentos, el gran peligro del feminismo es que siga anclado en unas ideas bienintencionadas pero erróneas, que al final resultan contraproducentes. Y esta responsabilidad de "desaprender" y reconstruir un discurso más complejo, informado y científico es una tarea tan o más importante que la desarrollada hasta ahora.

El feminismo que habita en las instituciones (Instituto de la Mujer, medios de comunicación) está empeñando en igualar, a toda costa, a la mujer con el hombre. Pero esa no es la vía. No se trata de que ellas vayan detrás de ellos a base de cuotas, discriminaciones y diccionarios... se trata de construir un mundo adaptado a sus necesidades, talentos y características. Ése es el reto de los nuevos feminismos para el siglo XXI.

Y como este último párrafo podría dar pie a infinitas interpretaciones, lo mejor será citar a tres autoras que lo explican la mar de bien, a modo de introducción.

Helena Cronin

Conozcan a esta encantadora filósofa en "Redes", en el episodio "La batalla de los sexos" (ver, o mejor descargar), uno de los más bellos y mejor resueltos de la historia del programa en Televisión Española. Con un Punset recién recuperado de un cáncer de pulmón.

Louann Brizendine

Neuropsiquiatra que, como mujer inquieta que es, no quedó del todo satisfecha con los estudios de género y demás feminismos setenteros: necesitaba más respuestas. Ha escrito un libro de aspecto superventas pero que toda mujer debería leer: "El cerebro femenino" (2006). Y, cómo no, ha sido entrevistada por Punset.

Helen E. Fisher

Antropóloga y experta en amor. ¿Magnífico oficio, no? Ha escrito el clásico "Anatomía del amor" (1992) y lleva años iluminando y estudiando eso que tan locos nos vuelve a todos. Su entrañable intervención en 2006 en TED (ver o descargar) no tiene precio. También ha hablado con Punset.

martes, 8 de julio de 2008

Tercer tabú

Y llegamos a mi tabú favorito. O por decirlo de otra manera: al que me tiene más escandalizado y que, por tanto, puede dar más de sí. Tyrexito (aka Mauro Entrialgo) ya lo escribió en Twitter: "El demonio dirá mentiras y verdades juntas para confundirte, recuerdo que le dijo Merrin a Karras".

Miedo, propaganda y autoengaño

En el momento en que caen las grandes ideologías (los grandes sueños y proyectos políticos y sociales) la clase dirigente opta por el miedo para movilizar a la población. En este nuevo milenarismo, en el que acechan el temido terrorismo internacional, la proliferación de ideologías y comunidades de confrontación y la crisis del cambio climático... el acojone y anestesiamiento es lo que cuenta. Y aquí, una vez más, para no perder la costumbre, voy a ceder la palabra a Adam Curtis y su serie documental de la BBC: "The Power Of Nightmares" (2004). Circulan en Google Video las tres partes subtituladas al castellano: primera, segunda y tercera. Y después de ver los vídeos, invito a echarle el ojo a la siguiente portada de "El Periódico de Catalunya" del 24 de enero de 2008:


Tampoco se trata de afirmar tranquilamente que el 11S sea un trabajo de la CIA (que, con muchos matices, podría serlo) ni que todo el jaleo de las verdades incómodas de Al Gore sean un plan de las grandes petroleras para que les financiemos la muy cara transición energética (que, con muchos matices, podrían serlo), sino de observar que las medias verdades y medias mentiras, manipulación informativa, cortinas de humo y chantaje apocalíptico existen desde que existe la humanidad. Porque la pregunta pertinente no debería ser "quién ha sido" sino "quién se beneficia". Y lo peor es que en muchos casos se trata de un problema de chapucerismo y no de conspiraciones maquiavélicas. Ahí reside la clave de todo, la complejidad del asunto: el autoengaño.

"Bush duerme muy tranquilo, se cree un héroe", viene a decir Noam Chomsky en su diálogo con Robert Trivers, quien lleva muchos años explicando cómo el autoengaño es una arraigada estrategia evolutiva de supervivencia (también va en esta dirección el citado libro "La mirada interior" de Nicholas Humphrey). En el momento en que la mentira consciente deja de existir para dar lugar al autoengaño, el pastel resultante es el no-va-más.

¿Pero aquí no habíamos venido a hablar de series de televisión? Ya llegará, ya llegará...

lunes, 7 de julio de 2008

Segundo tabú

Dejemos atrás a nuestros amigos los científicos y hablemos de dineros. Coincidiendo con la llegada del euro (pura casualidad) y la irrupción del intercambio de archivos en internet nace una nueva mentalidad económica, sobretodo para la industria cultural. De hecho, uno de los talleres iba sobre esta cuestión.

Freeconomics, la economía de lo gratuito

En el momento en que el producto (pongamos: música en un CD) deja de ser tangible (un MP3) y por lo tanto tiene un coste cero de fabricación, transporte y almacenamiento, todo cambia. Y aquí es donde el tema de la larga cola y el salto generacional el que hacía referencia en un anterior post toma mucho peso. Freeconomics es un término modernete usado por Chris Anderson (de nuevo) en su "Why $0.00 Is the Future of Business" en la revista "Wired".

Los actores de este segundo tabú son abundantes, variados y en muchos casos están enfrentados. Porque de lo que se trata no es de trabajar gratis o "piratear", sino de reconducir las habituales rutinas de ingresos, cambiando intermediarios, licenciando las obras de una manera más personalizada y controlada, en definitiva: romper ciertos límites del mercado para ampliar la oferta y hacerla social y tecnológicamente compatible con los tiempos que corren. Un caso reciente y paradigmático ha sido la distribución del último disco de Radiohead.

Para estar un poco al loro de todo ello, recomendaría suscribirse a los blogs de Enrique Dans y David Bravo (gurús españoles), no perder de vista la ya citada "Wired", conocer lo que son las Creative Commons y visitar, si tenemos dudas, a los amigos de EXGAE.

Quien mejor acabe gestionado todo este pollo, quien mejor equilibre las cosas, se llevará el gato al agua. Ya estamos tardando.

domingo, 6 de julio de 2008

Una breve historia de la violencia

"Everything you know is wrong" era uno de los lemas de la mastodónitca gira "ZOO TV" de U2. Y también es el título de charla de Steven Pinker (de quien ya he hablado en el anterior post) que, en una fabulosa pirueta, se nos pone a hablar de violencia en TED.com.

Hay que tener en cuenta que Pinker, al igual que la psicología evolucionista, sostiene que el comportamiento humano es el resultado de una herencia compleja de miles y miles de años de evolución, una ensalada entre genes y entorno, que da como resultado unas pautas más o menos previsibles (que no determinantes). Sin embargo, en el siguiente vídeo, explica cómo ciertas políticas y entornos sociales, a corto plazo (siglos), sí pueden alterar aspectos de nuestra vida en relación al uso, por ejemplo, de la violencia física.

Tampoco tienen desperdicio los más de ochenta comentarios que acompañan al vídeo (bajo el reproductor). Todo un escaparate de nuestros miedos más profundos...

Ver vídeo en la web original o descargarlo (en mp4).

miércoles, 25 de junio de 2008

Primer tabú

El calor ha llegado y entre pitos y flautas los días pasan y parece que fue ayer cuando inauguramos el blog.

Si me lo permitís, reordenaré la cadena de contenidos del taller y, para enlazar con el último post sobre nuestros días, remataré la cuestión teórico-contextual con los cuatro tabúes a los que hice referencia la última jornada en Sevilla. De esta manera, a partir de aquí, entraremos ya en la batería interminable de pelis, series de televisión y videojuegos sobre los que hablamos. ¿Y por qué así? Pues porque ya veremos que prácticamente toda la selección de trabajos que citaré están relacionados en mayor o menor medida con los cuatro tabúes.

Según Wordreference, "tabú" es «todo aquello que está prohibido hacer o decir, ya sea por convenciones religiosas, psicológicas o sociales».

Primer tabú: el artista científico y multidisciplinar

El romanticismo decimonónico estuvo la mar de bien. Pero de él heredamos un tic tremendo que sigue muy vigente: el del genio inspirado, el del genio artista que está más allá de toda racionalidad y crea a partir de sus musas, de su intuición y magia, de su chamanismo primigenio e incuestionable... Atrás quedó el artista científico (moderno, renacentista). ¿Cuántas veces he oído a artistas -incluso importantes- despreciar a la ciencia por fría, superficial o inhumana?

Y antes de ponerme en plan evangelizador, meterme en problemas o cavar mi propia tumba de hereje dejaré que otros más inteligentes, amables y formados hablen por mí. Aquí os dejo un listado de autores (de la rama científica) que han dado pasos en esta dirección. Es decir, que nos demuestran hasta qué punto es irresponsable que, por ejemplo, políticos o creadores de contenidos den la espalda al conocimiento científico. Son textos, en su mayoría, bastante sencillos pero muy pero que muy recomendables. Y no exentos de polémica, faltaría más...

Steven Pinker
Salido de Harvard y el MIT. Canadiense, peso pesado y cara visible de lo que se llama la "psicología evolutiva" de la mano de la neurociencia y la biología. El impacto que me provocó la lectura de "La tabla rasa. La negación moderna de la naturaleza humana" (Paidós, 2003) quedó claramente reflejado en este artículo. En una línea similar también recomiendo "La mirada interior" (Alianza, 1993) de Nicholas Humphrey, pionero aunque menos guerrero que el amigo Pinker.

Bill Bryson
Nunca está de más un poco de cultura general para derribar mitos y prejuicios. "Una breve historia de casi todo" (RBA, 2004) es la guía para todos aquellos que tuvieron malos profesores de ciencias naturales en el colegio. Buena literatura, totalmente imprescindible.

William Poundstone
Ha escrito un libro que, lo confesaré, cambió buena parte de mi visión del mundo. "El dilema del prisionero" (Alianza, 1995) tira de la teoría de juegos, la guerra fría y la vida y milagros de John von Neumann (compañero Einstein en Princeton) para vincular todo ese universo matemático al mundo real.

Eduard Punset
Amado y odiado por igual, este entrañable personaje -que hasta ahora habitaba las altas horas de la madrugada de TVE- ha realizado un excelente trabajo de divulgación para todos los públicos. Tanto en su programa "Redes" como en algunos libros que, bajo un disfraz de autoayuda superventas, abordan cuestiones fundamentales. Recomiendo, sin despeinarme, "Cara a cara con la vida, la mente y el Universo" (Destino, 2004) y "El viaje a la felicidad" (Destino, 2005).

Otros autores
Y después del cuarteto básico, nunca está de más visitar la ideas de Stephen Jay Gould, E. O. Wilson, Richard Dawkins o Marvin Harris. A otro nivel estaría el libro "Gödel, Escher, Bach" de Douglas Hofstadter, para quien le guste el rock'n'roll. Y por cierto, ¿alguien ha leído ya "Nocilla Dream" (Candaya, 2006) de Agustín Fernández Mallo, físico y escritor?

lunes, 9 de junio de 2008

Hoy, que ya ha pasado

Y después de recordar a Sade y Géricault (dos franceses, qué casualidad) daré un salto mortal al año 2008. Lo cual es un poco arriesgado, pero qué leches. En el colegio siempre lamentaba que cuando tocaba hablar del presente -ya fuera en clase de historia, arte, música o ciencias- el curso llegaba a su fin. Y como en el taller no hemos tenido -precisamente- mucho tiempo, pues vamos al grano, al compromiso con nuestro tiempo.

Creo que una de las palabras que mejor definen nuestros días es "complejidad". Como decía Starck, estamos a medio camino... Pero voy a destacar, cual hijo de vecino, siete puntos que considero claves. Todos ellos, por supuesto, relacionados entre sí:

  1. Final de la posmodernidad. Efectivamente muchos definen el tiempo presente como tiempo posmoderno (la posmodernidad es tan posmoderna que ni siquiera se ponen de acuerdo en cómo definirla). Sin embargo se empieza a vislumbrar el final del túnel. En mi opinión, la aportación más importante de la posmodernidad es su invalidación de discursos únicos, totalitarios, de verdades absolutas y políticas definitivas, tan característicos de la modernidad. Ahora, quizá, ya es momento de dar un paso más allá. Simplificando mucho la cuestión, se diría que el relativismo -el "depende de cómo lo mires"- viene a ser superado por la complejidad. Es decir, a través de la suma de "medias verdades", de múltiples discursos, se puede llegar al enunciado.
  2. Salto generacional. Sí, en occidente estamos experimentado un salto generacional importantísimo. Enrique Dans siempre compara la situación actual con el ejemplo de esos padres de los años 50 (del siglo XX) que no entendían absolutamente nada de nada sobre esa música (o más bien ruido) que escuchaban sus hijos llamada rock'n'roll. Un salto generacional que no tendría más importancia si no fuera porque lo que genera es pánico. Pánico en unas esferas dominantes que ven cómo se tambalea su cómodo sillón al no entender de qué va todo lo que se les viene encima.
  3. Decadencia de la democracia. La posmodernidad ha acabado con la democracia. Sociedades teledirigidas; bipartidismos; prohibición de referendos; políticas internacionales, militares y ecológicas basadas en el miedo, las mentiras o las medias verdades; agendas programadas de los medios de comunicación; absentismo y desilusión. Tema espinoso...
  4. De la era de la (des)información a la era del (des)conocimiento. Otro aspecto interesante, aunque también algo tecnoutópico, es que se está pasando del intercambio unilateral de la información ("yo te cuento lo que está pasando y punto") al diálogo en red que genera conocimiento. Nótese que dependiendo del uso el conocimiento puede ser en realidad desconocimiento. Ese diálogo en red se ha venido a llamar, en internet, la web 2.0. Término polémico y abusado pero la mar de divertido. Si la web 1.0 fue el internet de las grandes compañías, el de la burbuja de las puntocom... la 2.0 es la del prosumer (Flickr, Youtube, Menéame) y las redes sociales (Myspace, Facebook).
  5. La larga cola. En un tiempo de consumo -digital- globalizado y grandes compañías transcontinentales la industria cultural ha entrado en crisis. Los consumidores culturales, por ejemplo, han descubierto que la música no tiene por qué consumirse únicamente en un soporte tangible como un vinilo o un disco compacto sino que también el archivo informático MP3 es una buena opción. Ello es solo la punta de un iceberg enorme. Paralelamente Chris Anderson, observando el modelo de negocio de Amazon, se "inventa" el concepto de long tail: los productos minoritarios, en suma, venden más que los superventas. Llega, para quedarse, el mercado de nichos.
  6. Multimedia ubicua. El cine ya no es lo que era. Los diferentes canales de comunicación como la televisión, el mundo editorial o los videojuegos, ya no son estancos. Las producciones audiovisuales son cada vez más crossmedia -o multiplataforma, o multimedia- en donde los diferentes soportes se complementan, se retroalimentan y multiplican en consecuencia la oferta.
  7. La nueva ciencia. Finalmente uno de mis temas favoritos. Podría afirmar, sin despeinarme demasiado, que el mundo de la ciencia ha estado siempre en otra dimensión. Esos señores de bata blanca y comportamiento excéntrico han estado, hasta ahora, dando la espalda a la sociedad. Y por supuesto los ciudadanos no hemos tenido, hasta ahora, ningún interés en enterarnos de qué iba todo aquello (el desconocimiento provoca rechazo). Pero algo está cambiando. Y resumirlo en un párrafo sería un desacierto total. Pero digamos que, si el siglo XX fue el siglo de las ciencias sociales, el siglo XXI será el de las ciencias de la naturaleza, el de la neurociencia y la biotecnología.

martes, 13 de mayo de 2008

Monstruos

El Marques de Sade, que murió dos años antes del naufragio del Medusa, siempre me ha caído bien. Llegué a él de jovencito, cuando leí "Yo, Sade" de Rafael Conte.

Nos encontramos ante un personaje que se sale de toda categoría estanca, como ya comentaba días atrás. Un monstruo -así era considero por entonces- que por sus ideas, algunas hoy todavía revolucionarias, sigue catapultándose hacia el futuro. Otro aspecto fascinante es que, sería un error negarlo, se hace difícil discernir dónde empiezan y acaban el Sade persona y el Sade personaje, el mito.

No entraré en valoraciones sobre su obra literaria, que se distribuía fervorosamente por los bajos fondos de París cual P2P. Pero sí en una cuestión de su ideología -y en consecuencia de su biografía- que me parece muy adecuada para la ocasión...

Marques de Sade Hasta los 23 años tuvo una vida más o menos normalizada, sin embargo, después de casarse, empezó su carrera de libertinaje. Excesos sexuales -para la época- de toda índole le llevaron a la cárcel, incluso con pena de muerte. Pero llegó la Revolución Francesa -hay quien dice que él incitó la toma de la Bastilla- y fue liberado. Y no solo eso sino que desempeñó cargos públicos a pesar de su origen aristocrático. Pero aquello duraría poco: durante el Reinado del Terror de Robespierre fue acusado de ser demasiado moderado y de nuevo condenado a muerte. La suerte estuvo de su parte y volvió a la calle. Pero en 1801 lo volvieron a encerrar por meterse con Napoleón. Su familia consiguió que lo trasladaran a un manicomio, donde murió años después, acompañado por su última amante, una niña de trece años que trabaja allí.

¡Impresionante su caso! Condenado a muerte por dos regímenes supuestamente opuestos. Volvemos a las dicotomías. Está claro que este materialista ateo -que tenía la búsqueda del placer personal como principio más elevado- no podía tener lugar en aquel mundo. Y puede que tal vez ni siquiera en este, a pesar de que esté totalmente impregnado -nuestro presente- de Sade.

Y entonces me pregunto, os pregunto: ¿quién leches sería hoy Sade? ¿A qué se dedicaría? ¿Con quién se metería? ¿Sobre qué escribiría? ¿Nos recuerda a alguien que salga hoy en los medios de comunicación? ¿Alguien que sea odiado tanto por la derecha puritana como por la izquierda buenrollista?

viernes, 9 de mayo de 2008

La balsa de la Medusa

Ayer escribía sobre dicotomías y los Beatles. Hoy es el turno, como prometí, de "La balsa de la Medusa" (1819) del pintor Théodore Géricault. Un cuadro que, si os acordáis los que estuvisteis en Sevilla, fue la imagen de taller junto a un fotograma de la serie "Lost" (ya llegaremos...).



Cualquier cosa que pueda comentar sobre este cuadro de 35 metros cuadrados siempre será superada por lo que ya escribió en su día Julian Barnes en el libro "Una historia del mundo en diez capítulos y medio" (1989). He dudado entre escribir aquí un resumen de su capítulo "Naufragio" o escanearlo directamente para que lo podáis disfrutar. Finalmente aquí os dejo un ZIP que contiene un PDF y también las capturas en GIF por si a alguien no le mola el PDF:

- Descargar "medusa.zip" (27 MB)

Venga, que solo son 15 pantallazos de nada y se leen en un plis. De hecho, al escanearlo me lo he cargado: las páginas del libro se han soltado... ¡Todo sea por los contenidos!

El caso de "La balsa de la Medusa" es muy interesante puesto que fue recibida con hostilidad por los especialistas en arte del momento. Sin embargo causó furor entre el gran público, que la entendió como una desacreditación del rey Luis XVIII. En esta línea, cuenta Paul Virilio -en su libro "La máquina de la visión" (1998)- que Géricault llegó a plantearse la posibilidad de pintar cuadros en serie para que fuera una experiencia más narrativa, a modo de proto-cine, como la Columna Trajana, pero finalmente optó por la imagen total.

Y paralelamente, tanto Virilio como Barnes, citan la aparición por aquel entonces de los panoramas, espectáculos de pinturas narrativas y secuenciales, con música en directo, luces y efectos especiales en edificios circulares, que fueron una tremenda competencia para el cuadro de Géricault. Un invento, el de los panoramas, que fascinó también al mismísimo Napoleón. "Ante todo es preciso hablarles a los ojos", decía el emperador (experto en propaganda) al vislumbrar el potencial de esa nueva generación de medios de comunicación de masas...

jueves, 8 de mayo de 2008

Me quedo con Kubrick

Nos enfrentamos a varias dicotomías. La primera, que sobrevolará constantemente el taller, es la de forma vs. contenido. A estas alturas ¿todavía tiene sentido? La segunda es la de denuncia vs. entretenimiento, la cual puede dar mucho de sí. Y una tercera, relacionada con la segunda, es la de alta cultura vs. cultura popular (o cultura de masas).

Lo delicado de las dicotomías es que invitan a pensar que la respuesta puede que esté solo en una de las dos partes. O eres de derechas, o eres de izquierdas. O apruebas el discurso oficial sobre el cambio climático o eres un negacionista.

La posmodernidad, con idea de que todo es relativo, de que todo depende de cómo se mire, mató a la modernidad. Y yo creo que la posmodernidad acaba en el momento en que se vislumbra que, a través del pensamiento complejo, del paseo por los múltiples puntos de vista, se puede llegar al enunciado. Por eso creo que el reto es usar las dicotomías no para clasificarse o posicionarse, sino para construir una tercera vía (mira que es vieja la idea).

Las dos obras culturales del pasado siglo XX que más me han fascinado son un disco y una película. Ambas tienen en común que, aparte de haber visto la luz el mismo año (1968), viven en la complejidad total. Y no me refiero a la complejidad de si se entienden o no, sino al hecho de que navegan en la ambigüedad de las dicotomías que he citado al inicio de este post. Por un lado el disco "The Beatles" (más conocido como el "White Album") lo grabaron lo que era por entonces la banda más popular del planeta, una banda llena de hits, con un volumen de fans y negocio que podríamos comparar con unos Take That o la Rosa de "Operación Triunfo". Los Beatles aprovecharon su primera etapa de música eminentemente comercial y festiva para, posteriormente, inventarse lo que sería la música pop/rock de los próximos cincuenta años. Exploraron nuevos campos, se rediseñaron a sí mismos y, a pesar de todo, esos discos de su segunda etapa (de los cuales opino que el "White Album" es el mejor ejemplo) con muchos momentos vanguardistas se vendieron como churros. Un caso similar, aunque de resultados a corto plazo diferentes, fue el de "2001: A Space Odyssey" de Stanley Kubrick. En su momento fue la producción más cara de la industria cinematográfica y su director una apuesta clara de Hollywood para ganar pasta. Pese a que suene a topicazo de recién llegado, "2001" ha sido un film inspirador para mucha gente, en mi caso porque me enseñó que el cine podía convertirse en una obra artística que va más allá del teatro o la novela. En muchos casos se ha hablado de la emancipación de las disciplinas: al principio los fotógrafos fotografiaban cuadros, los cineastas filmaban obras de teatro, la televisión emitía tertulias radiofónicas... Y "2001" emancipó al cine, y a lo grande. La recepción de la peli por parte del público fue muy tibia (al igual que pasaría con "Blade Runner" unos años después). Pero el tiempo la ha colocado en su sitio. Y por supuesto sigue generando nuevos adeptos y dinero, mucho dinero...

"Regreso al futuro" era el lema del décimo aniversario del ZEMOS98 ¿no? Pues regresemos a lo que fue en su momento una obra pensada para el gran público, pensada para ganar dinero, que se comprometió con unos hechos reales que conmocionaron a la Francia de principios del XIX: "La balsa de la Medusa" del pintor Théodore Géricault.

martes, 6 de mayo de 2008

Hombros de gigantes

Y ahora pasaré a escribir en presente (me refiero al tiempo verbal de este blog) ya que me cansa eso del pretérito perfecto simple de "dije, expliqué, mencioné..." que he usado hasta este momento. Así que escribiré en este blog como si todo estuviera sucediendo día a día.

Un taller de contenidos es algo completamente inabarcable. Parto de esa premisa. Así que voy a tejer el discurso partiendo de mi propia experiencia. Desde ya pido perdón por todo lo que dejaré de mencionar. De todas formas la idea es que vayamos construyendo el camino entre todos. Y puestos a mencionar empezaré por el principio:

"Si he podido ver más lejos ha sido irguiéndome sobre los hombros de gigantes" (Newton)

Se trata de una cita extraída del fabuloso y recomedable libro "El pulgar del panda" (1980) del paleontólogo Stephen Jay Gould.

Pues eso propongo: busquemos gigantes, sobretodo de nuestro tiempo. Y qué mejor que darle la palabra al mítico diseñador Philippe Starck y su "Why design?" en los TED Talks (ya sabéis que las charlas de TED.com serán un constante referente):

Ver vídeo en la web original o descargarlo (en mp4).

(prefiero evitar, en la medida de los posible, los players incrustrados ya que a veces sobrecargan la página)

lunes, 5 de mayo de 2008

Comenzemos, empezemos

Después de un parón debido a motivos profesionales retomo la alimentación del sitio. De todas formas el blog no ha estado parado del todo puesto que el anterior post, "Sobre el taller", ha dado pie a una interesante participación en los comentarios, incluso de personas que no asistieron al taller.

Pero vamos a ello.

Antes de empezar con los "contenidos" propios del taller mencioné que éste, en el fondo, sería la segunda parte de una master-class que di en el mismo festival ZEMOS98 en 2004 sobre el audiovisual multimedia, la cual acabó resumida en este artículo. Todo ello inspirado en mi propia experiencia con el proyecto "Noches Blancas", realizado junto a Francesc Felipe en 2002 y que combinaba diferentes soportes y lenguajes para adaptar un cuento decimonónico de Dostoievski.

También solté un disclaimer sobre el espacio en el que nos encotrábamos. Ya lo publicó el diario "El Mundo": "el festival [...] incluye talleres y conferencias de atmósfera contracultural" (20-03-2008). Tómaya, estábamos haciendo contracultura.

lunes, 7 de abril de 2008

Sobre el taller

Cuando Felipe G. Gil me invitó a dar un taller en la décima edición del ZEMOS98 pensé que sería sobre producción multimedia, o la internet audiovisual, o realización de cortos, o incluso grabación/edición/distribución de vídeos con el teléfono móvil. Pero no. “Un taller sobre contenidos” me pidió. El reto no era ninguna tontería. Es la primera vez que doy un taller de una semana y encima es sobre algo tan ambiguo, discutido, resbaladizo e incluso despreciado como los “contenidos”. Y la cosa se pone fea cuando algo así implica la eterna (y espero que superada) dicotomía entre “forma” y “contenido”. Por otro lado ¿qué parte práctica se podría desarrollar para el taller?

Quiero pensar que Felipe me propuso algo así porque, pese a vivir en ciudades alejadas, nuestras conversaciones y pajas mentales muchas veces han ido en esta dirección: cómo es posible que en estos tiempos tan interesantes y complejos, muy poca gente (y me refiero a nuestro entorno: cortos, festivales, etc) se moje. De hecho, una vez vi un reportaje en el que Carlos Saura se quejaba de que los directores noveles españoles eran muy poco ambiciosos en cuanto narrar su propio tiempo, su propia época, llena de temas increíbles. Se limitaban a recrearse en juegos estéticos, poco arriesgados, poco comprometidos, casi autorreferentes. Y esa “autorreferencia” me llama mucho la atención, parece como si muchos films contemporáneos (sobretodo los cortometrajes) tuvieran el propio imaginario cinematográfico como inspiración y se olvidaran del mundo por completo. Y seguro que Tarantino tiene mucho que ver con esto.

Hoy comentándole esto a María, me ha puesto el ejemplo de cierta pintura neoclásica, como el caso de Jacques-Louis David y su “Juramento de los Horacios” en donde los personajes del cuadro se parecen más a esculturas grecorromanas que a personas.



Hoy hacemos películas sobre películas. Lo cual, a priori no es algo ni negativo ni positivo. Pero cuando se convierte en una tendencia repetitiva e inconsciente es fácil que caiga en el absurdo y (sobretodo, en mi opinión) en cierto conformismo implícito.

Y con esta premisa, la del “compromiso narrativo con nuestro tiempo”, surgió el taller. También Felipe, para complicar más el asunto, me comentó que la gente que se podría apuntar no tenían estrictamente que ser “audiovisualeros”. Y así fue. Hemos sido un grupo heterogéneo.

Consideré importante no convertir el taller en un aula de cine o arte “político” o “social” o “de protesta”, puesto que opino que, pese a haber importantes obras en esta línea, no es la mejor estrategia la de la confrontación directa, la explícita, la que no se anda con rodeos. Porque, en la mayor parte de los casos, solo evangeliza a los ya evangelizados. A nadie le gusta que le digan lo que tiene que pensar (al menos de una manera tan abierta).

Viéndolo así, un taller sobre contenidos podría no tener fin, todo podría caber en él. Así que decidí acotar la temática en tres pilares (de un modo totalmente subjetivo): ¿qué está pasando hoy en el mundo?, ¿qué producciones culturales lo retratan de una manera interesante (principalmente audiovisuales)?, ¿qué podríamos producir nosotros entonces? Tan solo teníamos 20 horas por delante.

Sindicación de contenidos en este blog

Creo que ya lo comentamos en su momento, pero por si las moscas lo escribo aquí.

En mi opinión, la manera más sencilla y eficaz de estar al loro de lo que se publica en una web es mediante la suscripción/sindicación a sus contenidos (¡nunca mejor dicho!) mediante RSS (o también ATOM, pero vamos, que es lo mismo).

Así pues, la suscripción a este blog está en:
http://alguiendijocontenidos.blogspot.com/feeds/posts/default

Aquí dejo el divertido vídeo que explica muy bien el procedimiento:

Llegando

El 23 de marzo (domingo por la noche) nos reunieron a los “profes” para enseñarnos el espacio de los talleres en el caS (Centro de las Artes de Sevilla, Torneo 18).



La foto es de Juan.

jueves, 3 de abril de 2008

Hello world!

Una semana después de la finalización de la décima edición del festival ZEMOS98 y sus "Encuentros Regreso Al Futuro" ponemos en marcha aquí un blog. Un espacio virtual sobre lo que fue el taller de "¿Alguien dijo contenidos?" (coordinado por ) y sobre lo que irán desarrollando los participantes del mismo a posteriori.